Desde que empecé a escribir esta sección de Juego entre líneas en Onda Bética, muchos habéis captado que mis artículos son especialmente positivos. A veces ensalzadores. He hablado de Pellegrini, de Sergio Canales, del buen rendimiento de la plantilla o el juego del equipo; y siempre lo he hecho bien. ¿Por qué? Porque es lo que siento en esta temporada que, luego “será o seró”, pero no la esperaba ni el más optimista. Sin embargo, si algo me caracteriza, o eso creo, es ser sincero y coherente con lo que pienso. Aportar mi realidad, que no deja de ser mi opinión y por tanto una verdad subjetiva, sin tapujos, de una forma realista y sobre todo razonada.
Es por eso que hoy quería pegar un volantazo a la sección y ser más crítico. Me lo pide el cuerpo ante ese optimismo reflejado en otros artículos, porque en el fútbol ocurre un fenómeno de polarización excesiva. Cuando ganas todos parecen muy buenos y cuando pierdes todos parecen muy malos. Por eso a veces hay que bajarla al suelo e intentar ver las cosas con perspectiva. ¿Es la plantilla del Betis muy buena (entiéndase muy buena como capacitada para luchar puestos Champions) o es fruto de la gestión de Manuel Pellegrini, que está sacando un enorme rendimiento a sus activos? La respuesta obvia sería ambas. Una mala plantilla no se puede colocar en esa lucha y un entrenador que no sabe gestionar ese talento no mantiene ahí al equipo.
No obstante, un servidor piensa que hay más del milagro Pellegrini que de gran plantilla. Ya el año pasado me pareció que el técnico chileno era capaz de sacar un rendimiento superlativo a los mimbres que tenía y hoy, con una nueva temporada por delante, creo que sigue haciéndolo. Y para poner en liza este argumento, voy a mostrar la que es exclusivamente mi opinión.
Creo que la plantilla del Real Betis tiene dos jugadores diferenciales de una calidad extraordinaria. Lo que diríamos fueras de serie. Para mí estos jugadores son Nabil Fekir y Sergio Canales. Incluso podría entender que Guido, por la importancia en el juego y su capacidad de equilibrar el once, podría ser diferencial. Lo compro.
Diría que después tiene un segundo escalón. Jugadores que están dando un rendimiento espectacular aunque no lleguen a ese primer escalón. Alex Moreno, cuyo rendimiento esta temporada está siendo sensacional y no solo eso, sino su mejoría como jugador tras tantas dudas que generó en el pasado. William Carvalho, que me ha sorprendido gratamente, si bien creo que el estado de forma del equipo le beneficia y sufre en contextos en los que el rival te supera en intensidad (ergo lo veo perder fuelle en algunos de los partidos más exigentes a nivel físico). Juanmi, del que admiro su carácter y su instinto en posiciones de ataque pese a que a veces me falta mayor aportación en la elaboración o juego asociativo. Y tal vez podría meter a jugadores que en mi opinión están rindiendo bien, aunque no tan constantes como quisiera como Bartra, Borja Iglesias. Podría incluir a Edgar o Bellerín.
Luego hay una serie de jugadores que con sus más y sus menos están aportando al equipo como Willian Jose, Rui Silva o Claudio Bravo, Rodri, aunque se ha ido diluyendo con la temporada y los veteranos Joaquín o Guardado, que pese a que el tiempo les resta protagonismo, a su manera ambos suman sus mejores cualidades.
Y luego hay futbolistas que personalmente me causan muchas dudas, no solo en esta sino en la próxima temporada. Pezzella y Víctor Ruiz, que personalmente me dejan más dudas que otra cosa por lo que han jugado, Aitor Ruibal, cuyas ganas deberían ser las de todo el equipo siempre, pero cuya calidad a veces no responde a lo que debe ser un equipo con esos objetivos. Sabaly, del que aún no sé muy bien que esperar tras la lesión, Miranda, cuya aportación está siendo mucho menor de la que esperaba, Tello, jugador guadianesco donde los haya con el que nunca sabes si su fútbol será incisivo o presencial.
Y después hay jugadores que tienen pocos minutos en base a su rendimiento, como Lainez, Paul, Camarasa, Joel o el lesionado Montoya.
En definitiva, y quiero insistir en que es mi opinión personal, dos jugadores de calidad diferencial y un puñado de futbolistas en gran forma. La dinámica del equipo invita a gestionar a estos futbolistas y el equipo está respondiendo, pero no me gustaría caer en errores del pasado. En el “es muy difícil mejorar este plantel” o “con un par de retoques está bien”. Serán las posibilidades de mercado quien marque los refuerzos futuros, pero no caigamos en la búsqueda de fondo de armario. Hacen falta primeras espadas. Hace falta aprovechar esta base para crecer y darle al entrenador, que tan buen provecho está sacando a esta plantilla, mimbres para dar el salto definitivo. En el recuerdo los refuerzos de aquel famoso año de Champions. Consigamos o no salir victoriosos de esta difícil lucha, queramos convertirlo en el comienzo de algo grande.
Y dicho esto, que no es más que un razonamiento pensando en el futuro, estos jugadores que hoy defienden el escudo son nuestros guerreros. Los que nos han llevado a soñar con cotas pocas veces alcanzadas. Espero que en ese futuro del que hablamos la historia agradezca su presencia vistiendo las trece barras.