No era, ni mucho menos, un partido cualquiera en el Palacio de los Deportes de San Pablo de Sevilla. Ni siquiera por representar una crucial lucha entre el segundo y tercer clasificado en liga. Tampoco, aunque haya que señalarlo, porque represente la vuelta de Joaquín Rodríguez a la que fue su casa el año pasado. Seguramente el motivo para ponerle más «picante» a este duelo sea que fue Estudiantes quien apeó de unos improbables playoffs al Betis de Savignani y Joaquín Rodríguez. El aire de revancha era evidente, con el propio ‘presi’, Pedro Fernández, alentando a la grada al inicio; la importancia de esta jornada 29 en la capital sevillana era evidente. El público respondió, con una entrada superior a los 3000 asistentes.
Intensidad: buenos minutos de Tunde
Renfroe y Granger, Hughes y Rodríguez, vaya duelos se avecinaban. Los primeros tres ataques béticos se saldaron con pérdidas por falta de ideas, y Estudiantes arrancó 0-5. Dos faltas de DeBisschop cedieron sitio a Tunde en la pintura bética, que sufría para cerrar rebotes. En defensa los madrileños mordían mucho, y solo destellos de Benite daban aire a los verdiblancos. El físico de Tunde amedrentó a los visitantes, y tras un rebote ofensivo del pívot anotó Hughes para el 11-9. La hormiga bética no dejó de trabajar y, atenazando el ataque rival, se marchaba 18-12 tras la primera bocina de cuarto.
El «caché Estu» y el problema en la zona
Radoncic anotó siete puntos rápidos, mientras Tunde descansaba tras un gran papel en los dos aros. Un pie que no se señaló posibilitó que Estudiantes se acercase a tres puntos. El equipo colegial agradeció el impulso de Kravic, que puso la delantera celeste. Estudiantes llevaba nueve tiros de campo más que Betis, merced a pérdidas y rebotes concedidos. El duelo entró en un tramo más frenético, con muchos puntos y mucho manoteo visitante. Las pérdidas (8) de los de Gonzalo García condujeron al 34-38. Así se quedó el tanteo al descanso, con la sensación en San Pablo de que a Estudiantes se le permitía una marcha más y eso emborronaba la usual frescura creativa de los exteriores verdiblancos.
El foco, en la defensa
Dos triplazos de Hughes equilibraron a un Betis en el alambre, con una intensidad que para nada aminoró tras el intermedio. San Pablo se llevó las manos a la cabeza con fallos bajo canasta de DeBisschop y Radoncic, que podrían aparecer más tarde como fantasmas. El pívot de Oregón se sentó con tres personales y volvió Tunde, y también entró Dallo por Benite. El francés aportó en defensa, metiendo manos con gran intuición. El marcador era apretado y escaso, reflejo de la tensión y el protagonismo de las defensas. Tras empatar a 47 con un “2+1” se sentó Radoncic por Suárez, y en el siguiente ataque se cobró un muy discutible bloqueo ilegal de Tunde. Renfroe perdonó dos tiros libres en quizás el peor partido posible, y lo compensó Cvetkovic más tarde forzando un ataque de Díaz. Una genialidad de Granger habilitó a Barro, que puso el sello al tercer cuarto: 49-52.
Triples, agua de vida de color verdiblanco
El último capítulo empezó a escribirlo Andric (49-57). A estas alturas, ocho puntos parecían un Everest, sumando que el ataque bético no tenía su mejor día. San Pablo chilló y alzó las manos con un triplazo de Hughes tras rebote ofensivo de DeBisschop (56-57), y llegó el tiempo muerto de Nacho Lezcano. Restaban seis minutos con prácticamente un partido nuevo por jugar. Granger manejó el tempo ofensivo de los colegiales, y el Betis aguantaba goteando triples, pero no daba con la tecla en defensa. El capitán Benite colocó el +1 a dos minutos, y el pabellón estalló para presionar a los visitantes.
Oh, capitán, mi capitán: Benite
De nuevo el brasileño, tirando de galones y astucia, se revolvió en la zona para anotar el 69-66. Minuto y medio por jugar, tiempo muerto de Estudiantes. Un desajuste dejó solo a Kravic, que se colgó. Un minuto. Jugada de indirectos para Benite, pase de Renfroe. Chof, 72-68. 52 segundos. Andric falló una entrada bastante cómoda y Hughes aseguró el rebote. En la siguiente también fue protagonista Benite, pero asistiendo un genial corte de Radoncic. 74-68, 52 segundos y tiempo muerto visitante; San Pablo hacía la ola, con nervios, pero disfrutaba. Con el +6 falló Estu de tres, y el Betis pidió tiempo muerto para asegurarse el average -en Madrid se perdió de cuatro-. Hughes perdonó un libre y luego Renfroe cayó en la trampa de Granger, que le sacó tres tiros y se llevó el average a Madrid. Ganó el Betis, demostrando garra. A pesar de no exhibir su mejor faceta ofensiva nunca perdió la cara al partido y Benite, al final, hizo su magia para ganar. Victoria que vale oro y mantiene el invicto en San Pablo.
Ficha técnica
Real Betis Baloncesto – 75 (18+16+15+26): Renfroe (6), Benite (16), Hughes (16), Suárez (4), DeBisschop (2) -quinteto titular-, Dallo (0), Radoncic (18), Cvetkovic (4), Jelinek (3), López de la Torre (2), Tunde (2) y Kasibabu (2).
Movistar Estudiantes – 71 (12+26+14+19): Granger (14), Rodríguez (4), Rubio (8), Alderete (5), Kravic (16) -quinteto titular-, Andric (11), Sola (0), Alonso (6), Díaz (3), Garino (2) y Barro (2).
