El Coosur Betis hizo lo más difícil ante San Pablo Burgos al remontarle un partido que se le puso muy complicado en la primera parte, pero donde no fue capaz de aguantar la ventaja en el marcador y tiró todo el trabajo por tierra en el último cuarto.
El partido comenzó en San Pablo con un homenaje del equipo homónimo, que logró anotar 32 puntos en el primer cuarto y dejó helado a un Betis que parecía ser azotado por el temporal Filomena. El segunda cuarto, algo mejor. Se fue al descanso doce puntos abajo y con una mejoría en defensa que dio sus frutos tras regresar de los vestuarios. El Betis creció desde la defensa y solo recibió siete puntos en el tercer cuarto y gracias a una mandarina de Randle, el partido se fue empatado a 62 a falta de la batalla del último cuarto.
Pero el Betis tiene un serio problema. A la falta de plantilla se le suma la falta de liderazgo. No tiene a ese jugador decisivo, con tintes de estrella que tira del carro y asume la responsabilidad. Puede que Mike o Jerome lo hagan en algún determinado momento, pero demasiada irregularidad. Jugarle hoy al equipo más anotador de la ACB a aguantar el ritmo en ataque era una locura y lo acabó pagando. Kravic fue un martillo pilón en la zona y fue el verdugo de la 14 derrota del Betis esta temporada. Le hizo el solito un parcial de 1-12 en los últimos minutos y la victoria se acabó yendo a la ciudad castellanoleonesa.
El Betis cierra la primera vuelta del campeonato con cuatro victorias, una menos que la temporada pasada a estas alturas y con un partido más. A los de Joan Plaza les urge encontrar soluciones en los despachos a base de fichajes, por que en la pista, peligrosamente, no le da.