Hay equipos, en cualquier deporte, que necesitan mucho para ganar un partido. Y el Coosur Betis es uno de esos. No sol necesita competir, si no que su rival no tenga el día y además tener capacidad de anotación suficiente para rendir y evitar parciales dolorosos. Los de Joan Plaza al menos compiten desde que éste llegara al banquillo verdiblanco, pero lo demás todavía no le da. Y eso en la ACB se paga.
El Betis salió de manera inmejorable a la cancha de la Fonteta. Mandó en el marcador durante todo el primer cuarto y atosigaba a un Valencia Basket que notó en demasiado las dos prórrogas jugadas hace apenas unos días. Al Coosur le salía todo y se distanciaba en el marcado, algo difícil ante este tipo de rivales. Los doce puntos de Valencia en el primer cuarto auguraban un buen partido.
Pero no. Valencia buscó y encontró la reacción. El más 10 del primer cuarto se fue estrechando a cada triple que los locales ahora sí iban metiendo. Al Betis no le vale solo con competir, necesita que su rival no tenga el día y se estrelle contra su propia desesperación, porque los errores propios siempre serán mayores que los ajenas. El triple de Marinkovic sobre la bocina certificaba la remontada de los valencianistas y dejaba en más uno el marcador al descanso.
El Betis colpasó en el tercer cuarto y Valencia mató el partido. No sin antes una buena pero leve reacción de los verdiblancos, que volvieron a salir enchufados tras el descanso y volver a mandar en el marcador. Pero acabarían yendo de más a menos y errando en tiros fáciles, que daban vida a un Valencia Basket que estuvo a nada de tirar la toalla pero que el propio Betis acabó metiendo en el partido. Tras un parcial de 7-0, Valencia se ponía a uno y finiquitó la reacción verdiblanca. Con dos triples casi seguidos de Dubljevic y Marinkovic, Valencia se colocaría por encima en el 61-57. Y el Betis ya no volvería a mandar en el marcador.
En el último cuarto, cuando todo parecía sentenciado, el Betis tuvo una leve reacción que puso a los verdiblancos más cerca del empate a falta de un minuto largo, pero un fallo de Almazán mandó al limbo la oportunidad de acercase a cuatro puntos con un minuto por delante y Valencia acabaría cerrando la victoria y respirando hondo después de sufrir quizás más de lo que esperaba ante un Betis respondón, que acarició la victoria, pero que no le da para mucho más de momento.