El Gran Derbi vuelve a quedarse a cero. El Betis Féminas no fue capaz de transformar su dominio en goles. A pesar de contar con un penalti a su favor, las verdiblancas no pudieron romper su mala racha en los derbis.
Los entrenadores tenían claro el plan a seguir por sus jugadoras. El Sevilla decidió esperar atrás y aprovechar la velocidad de Payne y Otermín para crear peligro. Así llegaron las más claras del conjunto hispalense pero Thalmann volvió a mostrarse enorme bajo palos. Las de Amorós controlaron el juego pero faltaron ideas en los metros finales. Babajide era la única que ofreció algo distinto a sus compañeras. La inglesa tuvo la más clara en un tiro cruzado que detuvo Sullastres.
A diez minutos del final de la primera parte llegó la acción que pudo cambiar el curso del partido. Mari Paz fue arrollada en el área por Gaitán y la colegiada no dudó en pitar penalti. Todo parecía ponerse de cara al Betis teniendo en cuenta la fiabilidad de Sosa desde el punto de penalti pero la fortuna no sonrió. El lanzamiento de la sevillana se marchó alto. El fallo no pareció afectar a las verdiblancas, pero el ritmo de ocasiones disminuyó drásticamente.
La segunda parte comenzó con la misma dinámica que se desarrolló la primera. El Betis siguió dominando pero sin crear peligro en la meta sevillista. El triple cambio introducido por Toro surgió efectos en las suyas. Las sevillistas empezaron a embotellar a las béticas, que empezaron a notar el cansancio y no eran capaces de salir de su campo. Amorós tardó demasiado en realizar los cambios que pudiesen volver llevar al Betis a dominar. Aún así las porteras vieron la segunda mitad como otras espectadoras más. Los últimos minutos se jugaron más con el corazón que con la cabeza. Fueron las locales quienes más apretaron aupadas por su afición pero sin demasiado peligro.