Pues sí, Juanmi se ha reconciliado con el fútbol o, mejor dicho, el fútbol le está devolviendo a Juanmi todo aquello por lo que ha luchado. El de Coín vive momentos felices esta temporada en el Betis tras unas temporadas de calvario donde las lesiones y la mala suerte fueron de la mano del malagueño.
Pero eso ya es pasado para Juanmi y el Betis. Actualmente es el máximo artillero español con 9 goles, tercero en la lucha por el pichichi de LaLiga y con dos goles en Europa League. Juanmi es, sin lugar a duda, la sensación del Betis. Y la afición, como muestra de cariño ante el gran rendimiento mostrado por el tiburón de Coín, ya le han hecho hasta un Villancico adaptado a raíz de un cántico en el estadio. Un cántico que, para despejar dudas, no viene de la mofa ni muchos menos, sino del respeto, cariño y gratitud a un futbolista que, por fin, puede disfrutar del fútbol, los goles y, por supuesto, del Betis.
Pero que quede algo claro. A Juanmi no le ha caído esto del cielo, por gracia divina ni como recompensa de un camino fructuoso hacia esta temporada. Ya lo decía el otro día Guido Rodríguez en una entrevista en Radio Marca: “Me alegro mucho por Juanmi, cuando llegué la pasó mucho tiempo lesionado y fue complicado”. Ahora todo esto es recompensa al trabajo, al esfuerzo, al no rendirse a pesar de las adversidades y, sobre todo, a seguir confiando en que podía ser el delantero del Real Betis Balompié.
Y ahí está él, cada partido, sin hacer mucho ruido, haciendo valedor al pícaro español, siempre en el sitio, en el momento justo para cazar el balón suelto dentro del área que propicie el gol. Porque seguramente no acapare focos, pero brilla con luz propia en el momento que debe hacerlo. Así es Juanmi, o Juan Migué, un jugador con ese toque especial de carisma que lo genera todo, que ahora sonríe en el Betis a ritmo de goles y hace feliz a la parroquia verdiblanca con los mismos. Un jugador que, esperemos, siga haciendo sonar el que para él ya es un himno personal cada vez que marca un gol.
Ya sea bajo el pseudónimo de Juanmi Nazario o Juan Migué, todos/as queremos que lo vuelva a hacer. Y, con ello, la afición volver a cantar:
¡Oh Juan Migué, oh Juan Migué, todos queremos que marque Juan Migué!
