Ésta es la buena

La pretemporada ha arrancado. Y aunque sigue siendo un poco atípica la situación en el deporte rey, con competiciones aún por disputar y ascensos por determinar, el mercado vuelve a hacer acto de presencia, aunque de momento sólo sea con canteranos y cedidos que vuelven al club, a la espera de la oficialización de algunos nombres. Los Rebollo, Edgar, Camarasa, Robert o Sanabria, están en Marbella a las órdenes del nuevo proyecto del Ingeniero Pellegrini.

Su cuerpo técnico, con Cousillas como segundo, exbéticos como Fernando y Toni Doblas, la salida de Marcos Álvarez como preparador físico, y Antonio Cordón al mando de las operaciones, deben marcar el rumbo de la campaña desde ya para que esa frase que tanto hemos escuchado en los días de preparación previos al nuevo campeonato se haga realidad y no tengamos que agachar las orejas en junio por decir que esta temporada es la buena.

Porque además desde la planta noble del Benito Villamarín (aunque quieran ponerle un segundo apellido, para mí siempre se llamará así, o como mucho Heliópolis), nos tienen acostumbrados a alzar la voz con frases que se quedan grabadas, como ya hizo Lopera en su día. No hay mucha diferencia entre el “estábamos en la UVI”, al “en dos años estaremos entre el quinto y el sexto” (supongo que Catalán se refería a que pasara más de una única temporada), o el reciente “¿y tú qué haces para cambiar esto?”. Al menos, Don Manué tenía gracia.

La crispación por nuestra parte, por la parte más importante de los clubes, la afición, está más que justificada y a nadie le extraña que pase. De hecho, lo raro es que no se exija ni se queje tanto de un viaje a la deriva, en el que los que mandan han tenido éxito cuando han dejado que los que sepan de la pelotita, lo hagan. Por lo visto, esta temporada será así y Pellegrini y Cordón serán los únicos responsables, de los aciertos y los errores, no sólo de los aciertos cuando se acierta y miren para otro lado cuando se falla. El enésimo intento de conseguir aunar entidad con logros podrá salir como sea, pero si esta campaña tampoco es la buena, yo ya no sé. Estamos mal acostumbrados a que termine otro año decepcionante y en cuanto arranca la pretemporada, volvamos a ilusionarnos. Pero así es el beticismo.