Son seis las finales que el Betis tiene por delante para ponerle el broche a una temporada de altibajos y a las que llega en un momento delicado, tanto de resultados como de sensaciones. No son pocos los asuntos con los que ha tenido que lidiar el equipo en los últimos meses. Traspasos, sanciones, lesiones, decisiones inesperadas… Todo ello hay que dejarlo a un lado, para centrarse en el objetivo primordial de los de Pellegrini, que no es otro que conseguir una clasificación europea por tercera campaña consecutiva.
Con la Champions ya muy lejos tras el estirón de la Real, no perder la estela del Villarreal y poder repetir el quinto puesto logrado la temporada anterior, es un bonito reto tras un comienzo de año con demasiadas piedras en el camino. La salida de Álex Moreno, la lesión de Fekir, las sanciones a Canales o el bombardeo de expulsiones, son asuntos que quiere aparcar definitivamente el cuerpo técnico y no fijar la mirada en otra cosa que no sean los tres puntos que hay en juego mañana en Bilbao, en un duelo directo por Europa.
Y así sucesivamente, en cada uno de los encuentros que quedan por disputar. Es la mentalidad que ha llevado al Betis a pelear en la parte alta de la liga en los casi tres años que lleva el Ingeniero al timón de este equipo. Ni lamentarse en exceso cuando vienen mal dadas, ni regodearse en los buenos momentos. Una línea regular que urge recuperar cuanto antes, para evitar imprevistos de última hora, tras pasar casi toda la temporada en los puestos europeos de la clasificación, por méritos propios.
Ya habrá tiempo para hablar de altas y bajas en la plantilla, con Ramón Planes a la cabeza, quien acaba de aterrizar en Sevilla y por fin ocupa esa vacante en la dirección deportiva que ha estado huérfana en los últimos meses, coincidiendo con el bajón del equipo. Ahora toca sumar para el grupo, ya que no hay más futbolistas que los que están ahora con nosotros, esos mismos que nos han dado tantos momentos de felicidad en los últimos tiempos, ganándose con creces el respeto del beticismo hasta el final. Todos debemos arrimar el hombro en este tramo decisivo para la consecución del objetivo. El Betis tiene que estar presente en competición europea de forma asidua para seguir creciendo deportivamente y eso se debe hacer notar en estos seis últimos partidos. El equipo ha pasado por momentos mejores y peores desde que Pellegrini llegó al banquillo, pero nunca se ha caído, ni ha dejado de ser competitivo en todo este tiempo. Motivos más que suficientes para seguir confiando.
