Hace cuestión de unos días desde AlfinaldelaPalmera saltaba a la palestra la noticia de una posible negociación para el aplazamiento de la nóminas de los jugadores de la primera plantilla. Tal noticia ha pasado de puntillas por la afición bética, de hecho poco o nada ha sido su repercusión en la calle o redes sociales.
Sorprende como una noticia de tal calibre por lo que supone apenas haya tenido recorrido en la ciudad. No digo que vengan los cuatro jinetes del apocalipsis ni que vayan a caer las 7 plagas sobre el Villamarín, pero lo que está claro que el tan vendido discurso de “El Betis goza de una situación económica envidiable” cada vez resulta menos creíble, salvo para los que aún crean en el Ratoncito Pérez y sus majestades, Los Reyes Magos de Oriente.
No hay que ser licenciado en economía por la Universidad Rey Juan Carlos para saber que cuando una empresa plantea aplazamiento de nóminas las aguas vienen turbulentas, no se puede tapar el sol con una mano. El Betis se encuentra en una situación económica muy complicada y no resultaría extraño que si el devenir del equipo es bueno en la liga y sus activos se revalorizan se produzca alguna venta sonada en el vestuario.
El propio director de negocios del Real Betis Balompié, Ramón Alarcón recalcaba hace unos días en los medios que el conjunto verdiblanco estimaba una desviación de 4 o 5 millones de euros del presupuesto por la afección del COVID-19. De un presupuesto de unos 200 millones de euros la temporada pasa y la famosa frase de “Quintos en Transfermarkt”, ahora se nos quiere vender o colocar el muerto de que la situación económica del Betis es debido a la pandemia, discúlpenme pero eso no me lo trago.
Hay elementos clave donde podemos encontrar donde están los polvos que han generado estos lodos. La planificación deportiva del año pasado es un factor clave, la fuerte inversión que se hizo en jugadores que han dado escaso rendimiento y ha provocado una fuerte devaluación de su plantilla. Si le digo nombres quizás ustedes se hacen mejor a la idea: Borja Iglesias, Dani Martín, Alex Moreno, Juanmi… Y así hasta alcanzar una cifra cercana a los 45 millones de euros invertidos en esos futbolistas que han dado el mismo rendimiento que el portero de la puerta 25 del estadio.
Vienen tiempos difíciles y economía de guerra, de hecho lo hemos vivido en este último mercado estival donde el Betis no ha incorporado ningún jugador gastando un euro en traspasos, sólo jugadores libres o cedidos.
Apriétense el cinturón, recen lo que sepan y confíen en Pellegrini para devolver el equipo a Europa, que aunque se venda lo contrario, ahí está el crecimiento deportivo.
