Otra semana más el Betis me obliga a escribir esta firma apenado, asqueado y decepcionado con la situación que atraviesa el equipo al que me enseñaron a amar.
El Betis de Pellegrini ha tocado fondo, y el de Haro y Catalán debe acabar pronto, no se puede seguir consintiendo un constante desprecio a la camiseta y a un escudo centenario .
Antaño el Betis era esa cita que tenía una vez por semana, que me ayudaba a evadirme de la universidad, de mis problemas y me ilusionaba ganaba o perdiese porque no me provocaba este sentimiento que lleva haciendo dos años, y te aseguro querido lector que para un enfermo de las trece barras como yo, es muy duro afirmar esto que voy a decir, pero así lo pienso, este equipo lo último que provoca en mi como aficionado es ganas de sentarme a ver un partido de mi equipo.
El aficionado del Betis es amante del Betis, le gusta el fútbol, pero más le gusta el Betis. Por eso no se puede tolerar una situación económica como la actual la cual fuerza a un técnico a renunciar a fichajes en invierno tras once jornadas ligueras, que tienen en el mercado a todo jugador vendible y que provoca una plantilla descompuesta, sobrevalorada, descompensada y que no corresponde a un equipo con el que luchar por el objetivo supuestamente marcado.
Del partido del Eibar se podrían decir muchas cosas, pero considero que no merece la pena comentar más acerca de este encuentro que es vergonzoso y bochornoso que ciertos jugadores vistan la camiseta del Real Betis Balompié tras esa actuación deleznable, pero según pinta habrá que aguantar con esta gente hasta el año que viene, que a saber donde está el Betis.
Por último, mi cabeza no logra encontrar una explicación a este pasotismo con respecto al que dirige esto tan mal, económicamente y deportivamente, es hora de pedir un cambio, que entre gente que les guste este deporte, sepan de la historia del Betis, de fútbol en general y que supiesen donde estaba el Benito Villamarín antes del 2015.
BÉTICO DESPIERTA