El Juego de Tronos en la Avenida de la Palmera ha comenzado. La plataforma «Es Posible Otro Betis», con Don Lorenzo Serra Ferrer a la cabeza, ha sacudido la parsimonia a la que tan malacostumbrados nos encontramos los Béticos aficionados o socios. Después de un tiempo en el que las quejas no llegaban a más, el movimiento de una importante parte del accionariado pone en la palestra la situación actual del proyecto de Haro y Catalán, que con un solo año bueno en su haber, pide a gritos una reestructuración, o al menos, competencia para volver a encauzar las aguas que llevan un tiempo desbordadas.
Ahora mismo, los resultados ya están en un segundo plano. Que hayamos pasado del liderato a estar casi en descenso, y ahora un punto por encima del Barça y a uno del Sevilla, vuelve a ser circunstancial. Ya dijimos en días anteriores que LaLiga es la competición de la regularidad, y después de varios tropezones seguidos, que han llevado al terremoto presidencial, ahora parece que volvemos a verlo todo más claro. Y poco se habla de que hasta marca Borja Iglesias.
Ahora mismo, lo importante es lo que pasará el 21D, y los movimientos que nos lleven hasta ese día. Ayer hubo ronda por distintos medios informativos por gran parte del proyecto, y me gustó bastante todo lo que oí, con un lenguaje muy aunador e inteligente. Los otros nombres del proyecto los conocemos todos, pero me falta uno. Una figura que en su día hizo las cosas muy bien, y que encajaría perfectamente en las necesidades de «Es Posible Otro Betis», ya que Don Lorenzo parece que no quiere ser presidente. Sí, hablo de Juan Carlos Ollero.
Aunque el 21D no haya ningún cambio de sillones, habrá cambio de mentalidad, esto habrá servido para algo. Bien para que HyC despierten o bien para que otro Betis sea posible. A mi, lo que haya hecho Serra en los otros equipos, me da bastante igual. A mi me importa lo que ha hecho en el Betis, que también con sus errores, siempre que ha estado ha sido sinónimo de éxito.
El divorcio de Haro y Catalán con Don Lorenzo fue el punto de inflexión en la situación actual y en el porvenir más próximo. Un día juntos, y hoy con caminos separados con actitudes bastante distintas, Don Lorenzo resurge para hacer lo que no le dejaron: volver a hacer grande al Real Betis Balompié.