La cosa aún está un poco caliente después del día D. Día D, en el que pasaron cosas, pero todo sigue igual. Pudisteis seguir al minuto todo lo ocurrido en la Junta de Accionistas gracias al trabajazo de mis compañeros de esta casa, por eso hoy me voy a mojar y voy a dar mi opinión, porque la información ya la sabemos todos.
Hubo crispación por parte del Bético que no apoya a HyC, las intervenciones por parte de algunos accionistas me gustaron porque el Bético AFICIONADO está harto de la imagen que se da partido sí, partido casi que también. No veo para nada negativo remover un poco el ambiente y la zona de confort en la que se encuentra Ángel Haro sin público en el Villamarín que proteste los 90 minutos, o que pueda salir a quejarse de la situación. Que no viene mal recordar que el Betis de los Béticos, es de los Béticos de a pie, los de la calle, los que ahorran durante todo el año para pagarse el abono y visitar el Templo, no de los de chaqueta y corbata. Está claro que las intervenciones fueron polémicas, pero qué curioso que fueron las más aplaudidas. Ángel Haro salvó la situación porque tiene más apoyo por parte de los de chaqueta y corbata, y aunque hubo votaciones bastante favorables para su proyecto, la sensación claramente fue otra.
El Bético ha decidido. De momento. Desde mi punto de vista, la proyección que Ángel Haro nos ha dado es muy de valorar. Yo siempre le he defendido como un gran empresario y a los hechos me remito, quitando el presupuesto de este año y la deuda que se ha producido, cosa que es bastante preocupante. Ya hablé de la «Marca Real Betis» no hace mucho y eso es algo que nos ha dado nombre en otras disciplinas. Con el problema de siempre: la pelotita tiene que entrar. Creo que ambos proyectos están destinados a darse la mano y marcar un objetivo común, porque unos por proyecto sólido pero sin sangre verdiblanca, y otros sin proyecto pero con todas las ganas del mundo de devolver al Betis a donde se merece, pueden y deben unirse para que los empresarios estén contentos y los Béticos de a pie también. Y esto llega pronto, o el matrimonio Club – Afición pedirá los papeles del divorcio dentro de poco. La lucha de egos entre los que están y los que quieren estar, no beneficia al Real Betis Balompié, que es lo que nos importa.
Habló Ollero, pese a que le cortaron el micro. Habló Cordón, pese a no ser accionista y sin límite de tiempo en su intervención. Juzguen ustedes. Es verdad que no habló Don Lorenzo, y quizá tuvo que hacerlo, pero supongo que el golpe ya está dado y que a partir de ahora recorrerán un camino más trabajado y con un plan claro. Habló Ángel Haro, que si ya recordaba a Don Manué con alguna de sus intervenciones, nos dejó claro que la situación se le ha ido de las manos cuando dijo aquello de «mamporrero de Lopera». Algo totalmente fuera de lugar que puso de manifiesto su nerviosismo. Yo sólo pido que mi Betis no vuelva a ser lo que fue. No quiero que sea el cortijo de unos pocos. Quiero que sea verdad que es de todos, los de la pasta y los de que llenan el estadio. Porque sólo hay una forma de arreglar esto, y depende de los que se visten con las Trece Barras. Y para que eso pase, para ganar, ganar y volver a ganar, tiene que haber paz social, buenos mandatarios y gente Bética que les enseñe lo que es el Real Betis Balompié. Yo lo veo bastante claro. La solución pasa por Ángel Haro y Don Lorenzo, y que volvamos a ese año donde todo funcionaba perfectamente. Donde los Béticos disfrutaban de su Betis, y era una alegría de todos.
