Si me preguntas qué es el Real Betis Balompié, sólo te puedo responder una cosa: es inefable, tienes que sentirlo.
Y eso está pasando últimamente con el equipo. Los jóvenes y los canteranos aprovechan cada oportunidad que reciben de Pellegrini para buscarse en hueco en el equipo titular. Basta con ver el rendimiento de los Miranda, Paul, Rodri, Lainez o Ruibal (más los cedidos como Edgar, Rober, o los chavales del Betis Deportivo que siguen despuntando)
Todos comandados por Don Sergio Canales Madrazo. Él es el verdadero capitán del equipo. El líder. Al que nunca se le puede discutir nada. Un ejemplo para veteranos y noveles. Porque, sin menospreciar a Joaquín, el brazalete debe llevarlo quien sepa hacer uso de él. Su rendimiento está siendo absurdo. Recuperándose de la lesión con la Selección, volvió antes de tiempo para tomar las riendas de una situación que empezaba a ponerse algo complicada. De la mano con el Ingeniero, han conseguido una racha bastante importante que debería seguir.
Me gustaría destacar una cosa. En el Real Betis, (casi) nunca se aprende de los errores. Bien porque ya no aguantamos ni un desastre más y que luego nos vendan que no va a volver a pasar, bien porque damos alas a equipos con rendimientos más bajos y peores puestos en la tabla, o bien porque la toma de decisiones en la gestión deportiva no acompañan o se malvende. Me acuerdo de todos los canteranos que han salido de aquí en los últimos años, y si sumo a esta plantilla a Junior, Fabián y Ceballos (por ponerte ejemplos más cercanos a hoy), se me queda un equipo bastante interesante. Es verdad que hay casos en los que no se puede hacer nada, y otros en los que las decisiones no fueron las correctas, pero mientras estuvieron, estuvieron al 100%.
Sea como fuere, disfrutemos de este buen momento de forma. Que Pellegrini siga siendo valiente dando minutos a quien los merece, a quien sude la camiseta. Confío en que haga jugar a Raúl García de Haro, que lleva un tiempo apuntando a ser una mezcla entre el físico de Fabián y el potencial golpeador de Loren. Porque todos los nombrados en este escrito tienen una cosa que no se compra: sentir las Trece Barras.