El Real Betis no pude hacer nada ante un serio e inspirado Atlético de Madrid y se marcha de vacío del Wanda Metropolitano, donde sigue sin ganar. Carrasco antes de la media hora, Pezzella en propia puerta tras el descanso y Joao Felix pusieron los goles en un partido donde los de Pellegrini se vieron muy superados.
Cuando un equipo como el Atlético de Madrid hace un partido como el de esta tarde ya puede estar delante el Betis, el Real Madrid, el Liverpool o el Inter de Milán que poco se puede hacer. Y eso que el Betis salió con desparpajo. A querer la pelota y a generar llegadas con verticalidad y profundidad, pero poco le duró. En cuando perdió la pelota se convirtió en el equipo débil en defensa de siempre, incapaz de soportar el asedio del Atléti y con un guion de partido que más bien parecía un suicidio. Primero avisó Griezmann con un disparo potente que Bravo desvió a córner. Luego otro de Correa que se marcha lamiendo el poste. Un mano a mano que de nuevo Bravo le saca al francés. Hasta que en una de las pocas que el Betis logró salir de la cueva, no acaba jugada, se deja espacios atrás y Carrasco le hace lo que quiere a Montoya para finalizar fuerte e imposible arriba para el chileno. Se veía venir y partido muy cuesta arriba.
Al Betis le sentó mal el gol. Desapareció del partido, y aunque intentaba tener la pelota, el primer tiempo se acabaría con solo un disparo de los verdiblancos: de William Carvalho con el cero a cero y en el minuto uno. El Atletico estuvo más cerca del segundo, pero se dejó ir, dándole la pelota al Betis por momentos y jugando a la perfección a la trampa del contragolpe. Al descanso ya se veía que este partido le había quedado muy grande a los de Pellegrini, quizás penalizados por las rotaciones, pero que aún con ellas la derrota era más que factible.
Por eso no fue titular Fekir, por eso no entró Guido hasta la segunda parte, por eso el cambio fue por William Carvalho. Pellegrini parecía tener en la cabeza que de los tres partidos que tenía por delante debía sacrificar uno, y ese iba a ser el que más papeletas tenía de perderlo y apostar todo a la visita a Leverkusen y el derbi del próximo domingo. El guion de la segunda parte fue más tranquilo. El Atleti ya no asediaba como antes, el Betis tenía más la pelota aunque sin peligro, pero cada córner de los rojiblancos era una ocasión manifiesta. A Hermoso le anularon un gol por milimétrico fuera de juego, Savic remató solo a las manos de Bravo y Giménez la mandó arriba cuando nunca falla. Pero a la siguiente encontraría puerta, además de la manera más trágica, con un remate a propia portería de Pezzella para hacer un definitivo segundo gol.
Los cambios tampoco aportaron mucho. Tello y Ruibal, como si nada. Y Borja Iglesias y Rober, apenas para dar descanso a Willian José y Guardado, pues entraron con el tercero del Atleti en ciernes. Jugada rápida, Edgar se duerme en el fuera de juego y Joao Felix no falla ante Bravo. El VAR tuvo que dar el gol.
El Betis se dejó ir y acabó pagando la novatada. Se cae de los puestos de Champions y tocará hacer de tripas corazón para levantar los ánimos de cara al partido del próximo jueves en Leverkusen y del domingo en el derbi. Cuyo planteamiento hoy no te asegura éxito en ellos.