El Real Betis vuelve a consumar una nueva derrota en un derbi a costa de un Sevilla FC muy intenso y que sentenció el partido en la primera parte. Los de Pellegrini no fueron capaces de igualar la intensidad y al menos pudieron maquillar el resultado en el descuento.
Cuando un equipo como el Sevilla FC se toma tan en serio un partido es casi imposible doblegarlo. Los de Lopetegui tenían en la mente este partido desde hacía mucho tiempo, quizás desde el derbi de la Copa del Rey, pero el acabó demostrando que le preocupaba más el resultado que a un Betis con demasiados frentes abiertos. Hoy, siendo francos, el Betis no pudo hacer más de lo que hizo mientras el Sevilla quiso mandar. Se encerró atrás, no olía la pelota y se esmeraba en sobrevivir. Demasiado para un equipo que lleva con la gasolina justa demasiados partidos.
Para colmo de males, siempre se empeña la fortuna en premiar a quién más lo intenta. El Sevilla generaba peligro pero sin poner en apuros a Claudio Bravo, hoy en la portería verdiblanca. Con el paso de los minutos el Betis lograba salir de su área y que jugadores como Canales o Fekir tuvieran más la pelota. Antes del primer gol. Acuña le hace una entrada temeraria al francés por no echar la pelota fuera mientras el Papu Gómez estaba roto sobre el césped. Del Cerro Grande lo solucionó con una amarilla demasiado liviana para la consecuencia y para la acción. Fekir anduvo renqueante el resto de la primera mitad y tuvo que ser sustituido al descanso.
Antes de eso, dos zarpazos del Sevilla que le bastaron y sobraron. La defensa verdiblanca volvió a demostrar que sin el nivel mínimo de intensidad es demasiado blanda para este tipo de partidos. Víctor Ruiz se come un balón a la espalda, Bartra no despeja y la deja muerta dentro del área. Bravo hace lo que tiene que hacer yendo a por ella y se lleva por delante a En Nesyri. Una acción, que dicho sea de paso, parece más dudosa conforme uno la ve más veces en la repetición. Rakitic no falló y el Sevilla encontraba el premio que tarde o temprano iba a llegar. Antes del descanso, saque largo de Bono que supera la defensa, Munir la recoge y dispara muy parable, pero Bravo se puso las manoplas de trapo y no pudo evitar el gol.
Con el partido prácticamente sentenciado, Pellegrini movió el banquillo en la segunda mitad, dando entrada a Aitor Ruibal y Joaquín por Fekir y William Carvalho. El Betis entró en el partido a base de posesión y sobre todo, gracias a que el Sevilla pareció dar por bueno el resultado y sacar el lado reservón de Lopetegui. Poco a poco fueron llegando ocasiones a modo que el Betis se acercaba al área rival. Un disparo de Bartra desde la frontal se fue lamiendo el palo. Un remate de Alex Moreno al segundo palo con Bono en el primero se fue fuera. Borja Iglesias no acierta a rematar un balón que se paseó por el área y con solo haberla tocado hubiera sorprendido a Bono. Unas cuantas llegadas del Betis que hubieran supuesto alimentar el partido, pero que no fue así.
El premio a la insistencia y la dignidad llegó en el descuento, cuando Canales clava una falta directa desde la frontal del área, provocando que un todopoderoso Sevilla en la primera parte tuviera que acabar pidiendo la hora y Lopetegui desgañitado con el cuarto árbitro por el tiempo de alargue.
El Betis no pudo competirle de tú a tú a un extramotivado Sevilla y queda en la tercera plaza de la tabla a la espera de la visita del Atlético de Madrid el próximo domingo. Antes, la vuelta de las semifinales de Copa del Rey ante el Rayo. Casi nada.