Tras la clasificación a los octavos de final de la Europa League, el Betis del Ingeniero buscaba acercarse al Sevilla en la clasificación en su visita al Sánchez–Pizjuán. Pellegrini apostó por Bravo; Bellerín, Bartra, Víctor, Álex; Guido, Carvalho; Canales, Fekir, Tello y Borja Iglesias.
La primera parte del Real Betis es horrible. Perdió su identidad, su filosofía, y fue superadísimo en todos los aspectos por su oponente. No estuvo a la altura del ritmo de partido, atrás estuvo demasiado blando, perdió duelos constantemente, no logró salir desde atrás y acabó jugando en largo sobre prácticamente nadie. El Sevilla logró anular al Betis en todos los sentidos, impuso un ritmo altísimo y ofreció una energía contagiosa para su afición. Si más allá de esta inferioridad en el juego Bartra, Víctor y Bravo cometen errores groseros… es una situación insostenible.
En la segunda mitad el equipo de Julen Lopetegui defendió más atrás y optó por otorgarle la iniciativa al Betis. El conjunto verdiblanco logró sumar pases, presionar bien tras la pérdida, hacer daño por fuera… generó ocasiones, pero no estuvo fino en el último tercio para encontrar el 2-1 antes del gol de Sergio Canales.
La primera parte fue horripilante y en la segunda mejoró y generó ocasiones, pero en área rival se quedó muy corto y en la propia concedió demasiado a un rival que pocas veces perdona.