La Contracrónica del Real Betis-Atlético de Madrid (2022/2023)
Por Pablo Montaño
Nunca la celebración de un gol será desmesurada, pero sí reveladora. Al fin y al cabo, como dirían los menos originales en la prosa de este deporte, el gol es la salsa del fútbol. Lo que te hace saltar de alegría y emoción de la butaca, el sofá o el asiento del coche. Es por eso que el gol de Luiz Henrique sacó todo lo que el aficionado del Benito Villamarín llevaba dentro, y más. Porque hay goles que se celebran por el siempre hecho de serlo, y otros que se celebran por el significado intrínseco que llevan impreso. Y el de Luiz Henrique, el mismo que finalmente terminó anulado por un fuera de juego previo de Borja Iglesias, fue de los segundos. El tanto del brasileño iba a ser el de la intensidad materializada a la salida de vestuarios, el del 1-0, el de la ventaja ante el Atlético de Madrid, el gol que obligaba a un rival directo por los puestos de Champions League a desechar su plan de partido y lanzarse al ataque. Y es por eso que el Benito Villamarín explotó. El coliseo verdiblanco ruge con cada tanto de un futbolista de las trece barras, pero el de Luiz Henrique era el gol de la evasión, el que rompía con la rutina. Un gol que, durante un minuto, hizo creer a la parroquia bética que esta vez sería diferente. Los partidos ante el conjunto colchonero, desde que el Cholo Simeone se hizo cargo del mismo, son películas protagonizadas por diferentes personajes que interpretan un mismo guión. Una y otra vez. Una sensación de alegría y, sobre todo, liberación se apoderó de las caras de los aficionados del Real Betis presentes en el feudo heliopolitano desde el minuto 48 hasta el 49. Empezar la segunda parte poniéndote por delante en el marcador ante los rojiblancos era darle la vuelta a la tortilla. Que, por fin, el fútbol se impusiera. Pensar que Manuel Pellegrini podía poner fin a la historia interminable hizo a los asistentes al Benito Villamarín subirse a sus butacas y poner el grito en el cielo. Y es que el de Luiz Henrique fue un gol (anulado) de evasión, pero no de victoria.