El Real Betis cae derrotado ante el FC Barcelona en un partido muy competido entre dos equipos que jugaron a un ritmo titánico y que solo pudo ser desequilibrado por De Burgos Bengoetexea.
Una vez más, arbitraje con el viento a favor de uno de los grandes de LaLiga. No hubo un error o decisión polémica, pero De Burgos Bengoetxea no quiso complicarse la vida e ir a favor del FC Barcelona era acierto seguro. Peligrosamente, el colegiado aplicó un criterio de dejar jugar que acabó quedándose solo para un equipo. Borja Iglesias acabó desesperado al ver que cada agarrón y disputa con los centrales del Barça no era falta. Cada balón dividido a los que los azulgranas iban con intensidad, ninguno era falta. Cada agarrón en la presión dos contra uno, ninguno era falta. El criterio del colegiado minaba poco a poco la moral de un Betis muy respondón y serio en defensa, que generaba llegadas en contragolpes y provocando el error de los de Xavi en la salida de balón.
Como en la Supercopa, el Barça tenía más la pelota y manejaba el partido, obligando a Rui Silva a aparecer en hasta tres ocasiones para evitar el primer tanto de la noche. Muy bien el portero luso y rápido en los reflejos. La primera parte terminaba con ambos equipos peleando de poder a poder.
En la segunda, mismo guion. El Barça mandaba y tocaba demasiado fácil ante una defensa bética muy ferrea, pero dando la sensación de que podía fallar en cualquier momento. Mientras, el colegiado seguía a lo suyo, sacando al Betis del partido poco a poco. Tanto, que de un error y la pollería azulgrana llegaría el gol que abriera la lata. Una falta en línea de tres cuartos la saca muy rápido el Barça, sorprende a la defensa y Rapinha remata en el segundo palo un pase raso y certero de Balde. El colegiado debería haber mandado repetir el saque, porque con la distancia con respecto a la que fue la infracción beneficiaba para armar la jugada que acaba en gol. Pero ya habíamos dicho que hoy De Burgos Bengoetxea no quería complicarse.
El gol fue un jarro de agua fría para un Betis que veía ya imposible al menos puntuar esta noche. Ganarle al Barça siempre es complicado, y si encima tiene que luchar contra los elementos, mucho más. Con el ambiente muy caliente y el equipo desesperado, Pellegrini movió el banquillo, dando entrada a Willian José, Juanmi y Guardado. Antes había retirado a Fekir y William Carvalho. En ese contexto llegaría el segundo del Barça, encontrándose Lewandowski un balón muerto en el área a la salida de un córner. El 0-2 ahora sí parecía insalvable.
Con el partido finiquitado, la relajación del Barça provocó un gol del Betis totalmente inesperado, pues Sabaly cuelga un balón sin peligro que Kounde trata de bajar con el pecho pero la cuela en su propia portería. El Betis se metía en el partido, pero le faltaron piernas y cabeza para encontrar el empate. Pocas ideas, mucho desgaste y la sensación de que algo extraño había pasado en el partido para favorecer al FC Barcelona. Lo de siempre.
El Betis termina la primera vuelta con 31 puntos, a tres de la Champions y con el partido ante el Celta de Vigo ya en el horizonte, donde no podrá jugar William Carvalho, que vio la roja con el partido cumplido tras ir a hablar con el señor colegiado.