Desde que allá por el mes de julio se diera a conocer el calendario de la temporada, el partido entre Sevilla y Betis en la jornada 35 estaba marcado a fuego. La temporada pasada hubiera sido clave para definir qué equipo acabaría jugando la Champions. A mitad de temporada parecía que podría definir la salvación de un Sevilla en horas muy bajas, pero llegado el día todo ha cambiado.
El Sevilla FC llega a este partido en el mejor momento de la temporada. Tras clasificarse para la final de la Europa League, que se disputará el próximo 31 de mayo en Budapest, ahora recibe a un Betis que puede certificar de manera matemática una histórica tercera clasificación para la Europa League de manera consecutiva. Al componente emocional que siempre tiene este duelo hay que sumarle el match ball para los verdiblancos, que tras la derrota del Girona y el Athletic quedar a cinco puntos por el momento, el Betis sería equipo de Europa League si gana en Nervión.
Ganar en Nervión. Algo casi imposible para un Betis que no repite victoria desde aquel 3-5 en Noche de Reyes y con Setién en el banquillo. Con Pellegrini, una victoria en seis encuentros, pero ninguna en Liga. El talón de Aquiles de este Betis que ha mejora en muchos aspectos de resultados y competitivos, pero al que se le sigue atragantado ganar este tipo de duelos y donde sigue demostrando la poca capacidad de afrontar estos duelos. En la primera vuelta, desperdicio la ventaja en el marcador y acabó pidiendo la hora con nueve jugadores y sacando un empate.
Pellegrini solo cuenta con las bajas de Fekir y Víctor Ruiz, lesionados. Recupera. Luiz Felipe, William Carvalho y Sabaly, que se perdieron algunos entrenamientos de la semana. También estará Joaquín, que vivirá su último derbi en activo con el objetivo de despedirse con victoria, algo que por desgracia no ha podido decir muchas veces.
El Sevilla de Mendilibar llega enrachado. Si gana, puede acabar la jornada en puestos de Conference League, aunque irremediablemente en la cabeza tiene la final de la Europa League y el billete a Champions que se lleva el ganador. Con dudas y jugadores entre algodones, pero un derbi lo quiere jugar todo el mundo. Clave e importante como le aguante el físico al equipo y si el Betis es capaz de contrarrestar el ímpetu de un Sevilla motivado y sin nada que perder.
A las 21:00 rodará la pelota en Nervión, en un duelo que para la ciudad, con dos equipos con los deberes al día, diferentes objetivos y la tranquilidad de saber que el resultado no será definitivo. Gil Manzano estará para determinar la justicia que se espera.
