El Real Betis saca un punto del derbi ante el Sevilla FC en el Sánchez Pizjuán en un partido lento, sin ocasiones y áspero. Los de Pellegrini se quedaron con uno menos en los minutos finales por una entrada ilógica de Miranda sobre Jesús Navas y dio alas a un Sevilla que buscó la victoria con más intención.
Que el Betis de los últimos meses es un equipo en baja forma y con pocas ideas lo sabemos todos. A nadie debiera sorprender que los de Pellegrini salieran al verde del Pizjuán con la idea de mantener un ritmo cómodo, donde el rival fuera previsible y en el que el desarrollo del partido fuera largo. Sentimentalismo al margen, el Betis salió al partido como viene haciendo desde hace bastante tiempo, pero con las emociones de un derbi, se esperaba mucho más.
La primera parte fue una partida de ajedrez entre Pellegrini y Mendilibar. Ni ocasiones claras, ni ritmo ni llegadas. El Betis no tiró a puerta y la única intentona local fue un disparo de Pape Gueye muy fácil para Bravo. Más allá de eso, posesión repartida, alguna que otra entrada dura del Sevilla que no vio castigo por parte de Gil Manzano y poco más.
En la reanudación, el Betis salió dormido. William Carvalho era una máquina de perder balones y la pelota estaba más tiempo en posesión de los locales. Aunque seguía el partido sin haber ocasiones, era el Sevilla quien jugaba más en campo contrario. Y tras el cambio al descanso de Luiz Henrique por Rodri, llegó un disparate tras otro de Pellegrini, que reculó al equipo dando entrada a Paul por un tocado Carvalho y a Juanmi por Borja Iglesias, renunciando al ataque, a la presión y cualquier cosa que se parecía a intentar ganar un partido.
Mendilibar también movió el banquillo, dando entrada a los Suso, Navas, Acuña, En Nesiry y compañía. Aunque Bravo seguía sin tener que esforzarse demasiado, pero el partido estaba peligrosamente decantado para un conjunto local que veía como atacaba sin encontrar réplica en los verdiblancos.
Y cuando el reloj se acercaba al 90, una incomprensible entrada de Miranda con los tacos a la altura de la rodilla de Navas acaba en tangana, en expulsión del canterano y en siete minutos de descuento por el tiempo cumplido. Con diez y ante un rival espoleado, el Betis firmó definitivamente el empate ante un Sevilla volcado y que, por suerte, no llegó a tener acierto y se cumplió el partido con el resultado inicial.
Empate del Betis que mantiene la distancia a seis puntos del séptimo clasificado y que pierde un match ball para asegurar Europa, que tendrá que ser el próximo miércoles ante un Getafe que se juega la vida.