El Real Betis cae derrotado ante el Getafe CF en un partido donde el planteamiento fue torpe, generando un partido perfecto para el rival y donde los verdiblancos no supieron ni estar acertados en ataque.
La Europa League tendrá que esperar. Con la clasificación europea sellada tras el empate del Sevilla FC ante el descendido Elche, el Betis saltó al verde sabiendo que el pasaporte tendrá que volver a ponerlo en regla. Solo faltaba certificar que sería vía Europa League. Para ello bastaba con ganarle a un Getafe en apuros y en descenso, pero no fue posible. Tendrá que esperar una jornada más.
Y es que el Betis planteó de inicio un partido demasiado torpe y perfecto para su rival. Sin prisas, sin movilidad, sin ritmo y sin acercarse al área de David Soria. Todo lo que pretendía el Getafe de Bordalás, que precisamente quería que el partido fuera largo, estuviera abierto y se decidiera por detalles. El Betis no fue capaz de plantear otro partido hasta el minuto 62, cuando entendió que para ganar había que ponerle algo más de intensidad al asunto y más ritmo. Pero este Betis, el de estas alturas de la temporada, es un equipo con la gasolina muy justa. No genera, no crea peligro y le pone a sus rivales los partidos demasiado fáciles.
Sin William Carvalho ni Fekir, Canales era la pieza importante en el tablero de Canales. Pero el de Santander tampoco está para demasiado trote, y sin ese jugador con características para jugar y hacer jugar a los demás, el Betis se consumió en la primera parte entre pases entre los centrales y Guido y pérdidas de Abner por la banda. Ayoze, Juanmi y Willian José eras tres islas en el campo rival, sin un nexo de unión con la zona del campo donde el Betis comenzaba la jugada.
No sería hasta mediada la segunda parte cuando el Betis comprendió cómo tenía que jugar. Pero fue demasiado tarde. El partido estaba abierto y en el alambre para que se lo llevara cualquiera. El Getafe contribuyó a que no se jugara apenas nada, con interrupciones, faltas y demás parafernalia made in Bordalás. El Betis tuvo sus dos llegadas más claras en una misma: primero Ayoze se la echa a Soria en el mano a mano tras quedarse dentro del área a pase de Wllian José, y después Juanmi no es capaz de meter bien la bota cuando el disparo de Ruibal se va desviado al segundo palo, donde apareció el malagueño, que no esperaba la pelota tras colarse por un mar de piernas.
Y ya está. El Betis no volvería en todo el partido a provocar el uy de su afición. Sí lograría el premio el Getafe, que con muy poco en ataque sacó petroleo de un córner aislado que Alderete remata a la perfección, duro, fuerte e imposible para Claudio Bravo. Al Betis y a Pellegrini le entraron las prisas, dando entrada a Borja Iglesias, Luiz Henrique y Joaquín, pero nada de nada. El Betis era incapaz de generar una mínima ocasión desde la posesión ante un Getafe hundido en su área y mucho más tras la expulsión de Pezzella, que vio la roja directa por golpear a la altura de la cara a Portu tras despejar limpiamente un balón.
El partido terminó entre pitos, desesperación y decepción de un Betis que va a jugar Europa League esta temporada gracias al bagaje de puntos que ha logrado sumar cuando estaba bien y fresco físicamente, pero el equipo pide a gritos las vacaciones y olvidarse de una temporada en la que han pasado demasiadas cosas. Hasta un Mundial.