El Real Betis vuelve a la senda de la victoria tras un partido donde no jugó nada bien, acabó sufriendo demasiado, pero con muy poco le bastó para ganarle a un Celta de Vigo que estuvo demasiado metido en el partido para lo que se esperaba.
La pegada lo es todo en el mundo del futbol, y hoy al Betis le bastó con tres tiros a puerta para vencer a un Celta de Vigo que propuso hasta menos durante el desarrollo del partido. Entre los de Vigo atemorizados por la cercanía con el descenso y los béticos con la ansiedad por ofrecer un buen juego y no sumar otra derrota, el partido fue tremendamente soporífero.
Sin tiros, sin ataques, sin peligro. La primera parte fue un tostón mayúsculo entre dos equipos con más miedo a perder que ganas de ganar. Lo del Celta tenía cierta justificación: jugaba fuera de casa, tiene el descenso demasiado cerca y enfrente tenía a un equipo que cuando quiere te gana con facilidad. Pero lo del Betis era juzgado de guardia. Otra vez tirando toda una primera parte a base de futbol lento y contemplativo, sin intensidad y sin presionar al rival. Lo mejor, el cero a cero al descanso.
Tanto le estaría gustando la película a Pellegrini que al descanso cambió a Willian José y Ayoze para dar entrada a un Bakambú y a un Fekir que revolucionaron al equipo. Ambos entraron con ganas y contagiaron de cierta chispa al equipo. Pero nada del otro mundo. Bastaba simplemente con un par de jugadores con ganas, aportando algo de ritmo y la calidad hizo el resto. En la primera jugada de combinación, pase, desmarque, movimiento y carrera, el Betis vio portería. Una pared entre Fornals y Bellerín, cuyo pase al área lo remata Miranda para hacer el 1-0. Muy fácil. Tanto que sorprende aun más que el equipo no lo pusiera más en práctica.
Con el gol, el Betis aprovechó el miedo de un Celta que parecía dar por terminado el partido y tener la cabeza ya en el siguiente duelo. Los de Vigo no se acercaron en todo el partido con peligro al área de Rui Silva, y de eso se aprovechó el Betis, que andando dominaba y controlaba el partido.
Sería en el 83 cuando el Betis aprovecha los espacios de un Celta que alguna que otra vez intentaba venirse arriba, y el pase a la banda de Isco lo recibe Fekir, que controla, encara dentro del área, recorta y con la derecha la clava arriba imposible para Guaita. El bueno de Nabil se reencontraba con el gol muchos meses después, eso sí, el VAR tuvo que darlo, pues el juez de línea lo había anulado por un fuera de juego inexistente.
El partido parecía finiquitado, pero el Betis se durmió y le regaló un gol al Celta en la única llegada con peligro al área de todo el partido, aprovechando Larssen un balón al área con Rui Silva adelantado. El tiempo de descuento fue una condena para propios y ajenos, que veían con cierto riesgo como se podría escapar una victoria, pero el colegiado acabó decretando el final del partido con el equipo verdiblanco pidiendo la hora.
El Betis vuelve a sumar tras cuatro jornadas en blanco, recupera la séptima plaza a falta del partido del Valencia CF de esta jornada y se libera de la presión. Esta victoria debe liberar al equipo, que sigue notando como muchas de sus piezas clave viene recuperándose de lesión y no tienen ritmo competitivo. Algo que debe ir a mejor en este sprint final.