El Real Betis se deja los primeros puntos de la temporada en un partido donde mereció la victoria pero la falta de pegada y las ocasiones perdonadas mantuvieron el empate.
A 15 de agosto, a este Betis no se le puede pedir más. El equipo compite, va sin miedo a la presión, tiene intensidad y fuerza para recuperar la pelota y genera mucho fútbol en las botas de Fekir y William Carvalho. Pero a 15 de agosto no le sirve para pasar del empate contra un Girona CF muy venido a menos desde la temporada pasada. El equipo perdonó infinidad de ocasiones, sobre todo en la segunda parte, y que habrían dado la victoria a los verdiblancos y volvió a pecar de darle la pelota y la posesión al rival cuando el marcador estaba peligrosamente a su favor.
El Betis de la primera mitad fue un Betis que salió a morder arriba. Presionando el juego de salida desde atrás del Girona, pero dejando muchos espacios en defensa. Fueron los visitantes los que tuvieron dos llegadas de mucho peligro en apenas tres minutos de partido, pero las dos bien anuladas por fuera de juego. Pero sería el Betis quién golpeara primero en el bote de un córner que remata magistralmente un Marc Bartra que volvía a jugar un partido oficial diez meses después. El Betis se ponía por delante en el marcador y controló muy bien el juego, sin dar opciones al Girona si quiera de llegar al área de Rui Silva, pero demostrando la falta de claridad en salida. La pieza de Guido ahí es difícil de sustituir.
Con la llegada de la segunda parte, el equipo comenzó a dosificarse por el tremendo esfuerzo de la primera mitad. El agotamiento y la fatiga era evidente en algunos jugadores y el partido poco a poco se iba volcando del lado gerundense. El Girona comenzaba a ser protagonista, algo que ponía muy nervioso a propios y ajenos. El empate se olía y acabaría llegando cuando parecía que el Betis despertaba y contrarrestaba con llegada el peligro visitante. El 1-1 después de los cambios de Michel alertó a Pellegrini, que dio entrada a Cardoso y Altimira demasiado tarde.
Curiosamente, tras el empate fue el Girona quién diera el paso atrás y las oportunidades serían del Betis. Un disparo de Fekir que salió desviado, un lanzamiento al palo de Chimy Ávila y sendos de Cardoso llegando desde atrás que se marcharon altos. El Betis en el tramo final del partido pudo haberse puesto por delante, pero como pasara la temporada pasada, le falta ese goleador que determine los partidos y de puntos.
El Betis no pasa del empate en el primer partido de la temporada y pasa la patata caliente a Manu Fajardo, quién vio en primera persona que el equipo necesita un delantero sí o sí. O la temporada se puede hacer muy larga.