El Real Betis consuma una derrota en su primer partido de la Conference League ante un Legia de Varsovia que apenas ganó por tener más intensidad y un plan de juego más sólido.
Las ganas y la ilusión por competir e incluso ganar la Conference League se quedaron en palabras después de ver el primer partido en dicha competición de la temporada. Será por la cercanía del derbi o será por lo que le cuesta a este equipo generar juego y ocasiones, pero la realidad es que el debut en Europa de la temporada no pudo empezar peor.
Fue el Legia de Varsovia quién tenía el control, la posesión y el juego del partido. Sin generar demasiadas llegadas a la portería de Adrián San Miguel, pero con bastante más intensidad que un Betis incapaz de tener la pelota, dar más de tres pases y llegar con peligro al campo rival.
Sería a la media hora de juego cuando llegaría el único y decisivo tanto del partido. Después de un saque de córner en corto que centra Vinagre y remata el atacante del conjunto local sin defensa alguno cerca. Se adelantaba el conjunto polaco casi en la única llegada con peligro de toda la primera parte y ante un Betis que en ningún momento incordió la portería rival.
Ya en la segunda mitad Pellegrini daría entrada a Dani Pérez para intentar que el chaval lograra mover al equipo el línea de tres cuartos, pues el doble pivote entre Altimira y Cardoso era totalmente inerte. Aunque el inicio de la segunda parte fue mejor y hubo algunos tiros lejanos sin peligro, fue el Legia a la contra quien estuvo mucho más cerca de marcar que un Betis completamente esteril en ataque. Las entradas de Abde, Assane o Bakambu tampoco sirvieron de nada por la escasa, por no decir nula, capacidad de creación de este equipo sin Lo Celso.
El Betis consuma la primera derrota de la temporada en Europa y deja muy malas sensaciones en cuanto al juego del equipo, totalmente inerte, sin ideas y sin ritmo.