Tras la derrota ante el Sevilla FC en el pasado derbi del jueves, el Real Betis ha quedado más descolgado aun de la lucha por Europa, aunque por los resultados de la jornada solo se ha alejado un punto más y ya son diez los que lo separan del 7º puesto. Desde la 13ª plaza de la tabla, los verdiblancos ven muy lejos las opciones europeas, pero el propio Rubi, sentenciado en caso de perder ante el Granada, ya sabe lo que es lograr una machada aun más lejana: la pasada temporada en el banquillo del RCD Espanyol.
A estas alturas de la pasada temporada, el Espanyol de Rubi era también 13º con 34 puntos, uno más de los que tiene el Betis ahora mismo pero en la misma posición. El desenlace de la campaña con los pericos entrando en Europa ya es de sobra conocido. En aquella jornada 28, el Espanyol perdió también frente al Sevilla FC en Cornellá y se alejó hasta los seis puntos de Europa, distancia que se alargaría hasta los nueve tras la derrota ante el Barça una jornada después, cayendo los de Rubi a la 14ª plaza.
En las últimas diez jornadas ligueras, los de Rubi lograron un valioso empate en casa ante el Getafe y victorias ante Girona y Alavés. Tras dos empates consecutivos ante Celta y Levante el Espanyol ascendió hasta la 9ª plaza quedándose a seis del Athletic, quién ocupaba la 7ª. Otro empate, en este caso ante el Betis en el Villamarín, y la victoria por 3-0 ante el Atlético de Madrid dejarían a los de Rubi a tres puntos de Europa y con dos jornadas por disputarse. En la 37ª, el RCD Espanyol ganó en casa del Leganés, pero el Athletic también hizo lo propio. Sería en la última jornada cuando los de Rubi ganaron en casa 2-0 a la Real Sociedad (rival directo por Europa) y aprovecharon el tropiezo del Athletic en el Sánchez Pizjuán.
En total, cinco victorias, cuatro empates y dos derrotas en las últimas once jornadas de Liga para remontar desde la 14ª plaza hasta la 7ª, con un total de nueve puntos de distancia. Ese es el espejo en el que se mira el Betis, esa es la machada que Rubi quiere volver a lograr esta vez en el banquillo del Villamarín. Aunque las diferencias son palpables, no solo en que hoy día hay un punto más de distancia, si no en las sensaciones que el cuadro verdiblanco ha trasmitido esta temporada.
Todo empezará por ganar el Granada a partir de mañana a las 22h en el Villamarín. Prueba de fuego para comprobar si el desastre de el derbi se queda en anécdota o es la tónica general tras el regreso del parón por el Covid19. En caso de derrota, la situación de Rubi sería crítica.
