Un gol de Borja Iglesias –sí, de Borja Iglesias–, otro de Juan Miranda y una asistencia del capitán Joaquín Sánchez. Todos, suplentes en El Sadar. Después de tres derrotas consecutivas, el Real Betis se llevó los tres puntos de Pamplona a base de cambios. Y no solo los que hizo Manuel Pellegrini durante la segunda mitad. El juego es importante de cara a conseguir resultados positivos, pero cuando el partido (o las condiciones del terreno de juego) no dan pie a ello, la afición siempre primará ver sobre el césped un equipo competitivo. Y hoy el Real Betis sí lo fue.
El beticismo echaba en falta celebrar un victoria del cuadro de las trece barras. Pero también disfrutar de la mejor versión de Nabil Fekir. Esa que tanto bien le hizo al Real Betis el curso pasado y que tan poco había mostrado en la presente campaña. Pero hoy Nabil Fekir fue Nabil Fekir y el beticismo disfrutó. Participativo, sabedor de que su equipo lo necesitaba y protagonista a la hora de generar fútbol ofensivo. De sus botas nacieron las mejores ocasiones de los verdiblancos en la primera mitad y de sus botas (y conducción) llegaría el primer gol de los heliopolitanos en El Sadar.
El de la actitud de Nabil Fekir, otro de los cambios necesarios para que la dinámica pase de muy negativa a positiva. O por lo menos, menos negativa. Porque el conjunto de la Palmera necesita jugadores que, más allá del acierto, muestran la entrega de Loren Morón o el crecimiento de Álex Moreno. Y es que el ex jugador del Rayo Vallecano, con un toque de atención que algunos llamarán críticas y otros Juan Miranda, parece haberse puesto las pilas hasta convertirse en uno de los jugadores más destacados del conjunto de las trece barras en las últimas jornadas del campeonato liguero.
La presión, especialmente en el segundo tiempo, y huir (en ocasiones) de salir jugando desde atrás y apostar por un fútbol más directo, parecido (que no igual) al del CA Osasuna ayudó a los de Manuel Pellegrini a acercarse con más peligro a las inmediaciones de Sergio Herrera. ¿El resultado? 5 tiros a puerta de los verdiblancos por 0 de los locales. Los rojillos, más allá de gol (bien) anulado a Ante Budimir, no fueron el equipo aguerrido y correoso que acostumbra a ser en Pamplona. Pero aún así, los visitantes supieron frenar a los pupilos de Jagoba Arrasate hasta el punto de dejar la portería a cero por primera vez en seis partidos.
El conjunto de la Palmera cayó estrepitosamente en San Mamés y fue apabullado por la SD Eibar en el Benito Villamarín, pero llegado un enfrentamiento ante un equipo de dinámica parecida a la verdiblanca, el conjunto dirigido por Manuel Pellegrini volvió a dar la cara. Por primera vez en lo que va de temporada, el Real Betis no fue ni negro ni blanco. El Real Betis fue gris y se llevó tres puntos importantísimos para sacar la cabeza del pozo en el que se estaba metiendo a sí mismo. Y si con este triunfo el cuadro de las trece barras no solo se asienta en la parte alta de la tabla, sino que recupera a Borja Iglesias, las alegrías serán dobles.