El Real Betis ya está en los 1/16 de la Copa del Rey después de eliminar a la UD Mutilvera en un partido que se complicó de primeras con el tanto inaugural de los locales, pero donde supo rehacerse y acabar imponiendo su calidad.
El Betis tiene un problema grave en defensa. Manuel Pellegrini lo achaca a la falta de concentración, pero que los verdiblancos sean el equipo más goleado de La Liga y que un rival de Segunda B te haga el lío en la primera falta botada al área es para preocuparse. Vale que existían los precedentes de equipos como Celta de Vigo o Getafe que cayeron ante rivales de la categoría de bronce, pero un equipo que quiere aspirar a cotas altas no puede conceder tanto. Falta que solo ve Jaime Latre y centro al corazón del area que remata Javier Briñol y adelanta a los locales. El miedo en el cuerpo, el tembleque en las piernas.
Pero el Betis supo hacer visible su calidad. O mejor dicho, Diego Lainez. Al mexicano se le está poniendo cara de jugador importante, y si su imagen no se torna borrosa como por ejemplo en la anterior ronda ante el UCAM Murcia, será difícil quitarle la camiseta de titular de un equipo que necesita su desarpajo como el comer. Sin Canales ni Fekir en el césped – el cántabro ni viajó- Lainez se echó el equipo a la espalda y la remontada fue culpa suya. No por participar en los goles, si no por enchufar al equipo, que había salido dormido, y poco a poco ir controlando el partido hasta que el Mutilvera fue un muñeco en manos béticas.
Aun así al Betis le costó. Le era difícil meterla mano a la defensa navarra, aunque unas cuantas veces encontró el hueco a la espalda de la defensa, pero ni Juanmi ni Borja Iglesias eran capaces de cazar nada en el área y ello se tornaba desesperante. El propio Lainez se coló hasta la cocina en una de ellas y estrelló el balón en el palo cuando el empate ya se cantaba. Juanmi lo logró con un sensacional pase del mexicano bombeado sobre la defensa, pero el colegiado entendió que controló con la mano y su gol de vaselina no subió al marcador.
Treinta minutos le costó al Betis empatar y solo dos darle la vuelta al marcador. Rodri, de los mejores junto a Lainez, recibe una falta peligrosa al borde del área que Miranda, tirando de desparpajo, se la pide. El canterano la clavó ajustada al palo imposible para el meta Alonso que ni lo intentó. Golazo y empate. Casi sin tiempo para asimilarlo, el Betis siguió dominando y de un corner a favor, Emerson se inventa un trayazo desde Pamplona para clavarla por el palo contrario al portero que solo pudo seguirla con la mirada. Remontada conseguida y medio partido por delante. El Betis necesitaba el tercero para respirar.
Tras el descanso, poco a poco se le fue haciendo de noche al Mutilvera. La intensidad fue bajando y el Betis controlaba con posesión el partido. Ya apenas llegaban al área de Joel Robles y no hubo un solo tiro a puerta que inquietara al madrileño. Si el Betis, que en un buen contragolpe conducido por Lainez, Juanmi se queda solo ante el portero y lo bate por bajo y al palo largo. Gol del malagueño que fue de menos a manos y acabó firmando un golito para dar tranquilidad a los suyos. El cómodo marcador, el paso de los mintos y el carrusel de cambios fue relajando el partido y provocando algunas llegadas del Mutilvera, pero sin apenas peligro.
Pellegrini dio entrada a Sanabria por Borja Iglesias. Un Borja Iglesias que no dio una y volvió a mostrar su cara más apática. Fekir entró por Rodri y el francés recibió un par de faltas, hizo otro par y poco más. Con el partido resuelto poco se le podía pedir a Nabil. La segunda parte también nos dejó el debut en partido oficial de Fran Delgado en detrimento de Emerson.
El Betis cumplió y ya está en la siguiente ronda de la Copa después de un partido solvente y sin lugar para las sorpresas. Ahora toca volver a pensar en los tres puntos que pon en juego La Liga cada jornada.
