A más de uno se le atragantó el trozo de roscón de la merienda cuando, a los 5 minutos de partido, el conjunto navarro se adelantó en el marcador tras el enésimo fallo defensivo de la zaga bética. Esta vez fue Sidnei quien acompañó a Aïssa Mandi en el centro de la zaga, pero juegue quien juegue los problemas atrás siguen siendo los mismos en el conjunto de la Palmera. Pero por suerte para los aficionados verdiblancos, el Real Betis hizo uso de la superioridad de categoría que se presuponía en el encuentro celebrado en el Polideportivo Municipal de Aranguren y terminó en imponiéndose con cierta holgura. La del cuadro de las trece barras fue una actuación en la que sus jugadores brillaron por parejas y, como el partido del propio cuadro bético, el rendimiento de las mismas fue de menos a más.
Aunque para algo difícil digerir, el partido de la pareja atacante que Manuel Pellegrini alineó ante la UD Mutilvera. La diferencia es que Juanmi Jiménez logró anotar el tercer y definitivo tanto que dio el pase a la siguiente ronda de Copa del Rey. Y es que el delantero malagueño, botas escogidas para disputar el encuentro aparte, no hizo su mejor encuentro, pero vio portería. Una suerte, ya sea buscada o encontrada, que no tiene Borja Iglesias. La desidia que transmite el ex delantero del RCD Espanyol provoca que el bético haya perdido toda esperanza en su ‘9’. Los delanteros, al menos los del Real Betis, no marcan en todos los encuentros. Pero el beticismo sí les pide que al menos lo den todo sobre el terreno de juego y hace bastante tiempo que el Panda perdió incluso esa entrega (sin suerte) que todavía le permitía escuchar algunos apoyos entre las críticas.
Y de la pareja de atacantes criticada a la pareja de laterales goleadora. Juan Miranda, más allá del escaso rendimiento demostrado por Álex Moreno, ha demostrado ser un jugador de garantías para la banda izquierda del Real Betis. Muchos fueron los béticos que, cuando vieron al canterano verdiblanco perfilarse para ejecutar la falta, entonaron un: «¿Qué hace Miranda?». Igualar el partido con un golazo de falta es lo que hacía. Poco antes de que Emerson, su homólogo por la derecha, hiciera lo propio con un zapatazo que fue directo a la escuadra de la portería defendida por Álvaro Mugueta. Aunque no sea el mayor productor de fútbol ofensivo, el de Olivares suma más que resta y eso, tratándose del lateral izquierdo del conjunto heliopolitano, ya es mucho decir.
Pero más allá de los goleadores, importantes para que el conjunto de las trece barras esté en el bombo del próximo sorteo copero, hubo dos nombres que brillaron sobre un terreno de juego lleno de caucho pero también mucho talento. Dos hombres en los que el beticismo despositó su fe y no fallaron. Diego Lainez, con 1-0 en el marcador, volvió a ser ese futbolista vertical que tanto peligro generó por la banda derecha en #ElGranDerbi. El mexicano demostró por segundo partido consecutivo que, con minutos para rodarse, puede llegar a convertirse en un jugador muy importante en el Real Betis. Alguien con un papel tan relevante como el que se le prevé a Rodri Sánchez en los planes de futuro del equipo de la Palmera. Más allá de provocar la falta que Juan Miranda clavó en la meta local y dio pie a la remontada bética, al centrocampista de las trece barras se la cae la calidad de los bolsillos. Los gestos técnicas y visión de juego que, aunque desde la distancia, tanto emulan al ’10’ verdiblanco despiertan la ilusión del beticismo.
Pero la ilusión, tan propia del 6 de enero, hay que complementarla con el escepticismo, también muy propio del histórico club de Heliópolis. Las victorias por 0-4 y 0-3 ante Atlético Antoniano y Portugalete hicieron soñar muy pronto a una afición que tan pronto se llevó un batacazo como un equipo de menor categoría se cruzó el curso pasado en su camino copero. Sea de la categoría que sea, el Real Betis sigue dejando las mismas dudas en defensa. Además, poca o ninguna gracia le hizo a los aficionados de las trece barras ver cómo cambió la competitividad del equipo con respecto al último choque liguero. Es por eso que del próximo sorteo y Manuel Pellegrini depende que este modelo del torneo del K.O. sea una oportunidad de disfrutar o 90 minutos más en los que sufrir. Las próximas rondas de la Copa del Rey serán tan difíciles o más como pronunciar correctamente el nombre la UD Mutilvera –Multivera para algunos–, pero del Real Betis dependerá seguir repartiendo regalos más allá del Día de Reyes.