La SD Huesca es un conjunto que, partiendo desde el 4-3-3, ofrece una idea de fútbol alegre. Un estilo propositivo, dominante y muy ofensivo. Para esta idea, Míchel utiliza un pivote posicional (Mosquera), un interior técnico y fino en la asociación (Borja García) y un jugador de ida y vuelta como Mikel Rico en el otro interior. Asimismo, usa dos extremos del mismo perfil: verticales. Tanto Ferreiro como Ontiveros son futbolistas que buscan el 1vs1, que encaran, que buscan el centro… En punta de ataque tiene la posibilidad de situar a Rafa Mir como referencia o a Okazaki, un jugador más móvil.
En fase ofensiva, los de Míchel son un equipo propositivo. Propone la salida de balón desde el portero con el fin de encontrar en la base de la jugada a Pedro Mosquera, un jugador de muy buen pie. Intenta avanzar en bloque manteniendo la posesión, instaurarse en campo contrario para atacar de forma posicional. Ambos laterales se proyectan con facilidad para desdoblar a los extremos, uno de los interiores, el punta y el extremo del lado opuesto cargan el área para buscar el remate, Mosquera ocupa una posición avanzada para presionar tras pérdida… es un equipo que ataca con muchos efectivos.
Sin balón, la SD Huesca es un equipo mucho más débil. Presiona la salida de balón de su rival en bloque alto saltando sobre los centrales o en bloque medio esperando a saltar sobre los laterales o los pivotes. Asume mucho riesgo en fase defensiva para recuperar cuanto antes y volver a tener la posesión, su principal objetivo. Por esto mismo, en muchas ocasiones concede situaciones de gol a su rival con demasiada facilidad. Sin el balón, este Huesca es un equipo con muchas dificultades para competir.
Además, el partido puede estar condicionado por el estado del césped, el cual va a perjudicar a ambos equipos por igual dado que los dos conjuntos quieren tener la pelota y no jugar en largo.