Tras la victoria en Mutilva, el conjunto de Pellegrini afrontaba los dieciseisavos de final en el Molinón frente al Sporting de David Gallego. En un once con rotaciones, el míster apostó por Paul Akouokou junto a Canales en el doble pivote, Juanmi con Lainez en bandas y Rodri por detrás de Tonny Sanabria.
El encuentro está condicionado por la expulsión de Marc Valiente, tras realizar una entrada agresiva y a destiempo. Previo a esta acción, el enfrentamiento estaba siendo muy competido. Los de Gallego propusieron una presión en bloque alto con la intención de obligar al Betis a jugar en largo para, en esos duelos aéreos, recuperar la posesión. Y lo cierto es que no le estaba saliendo mal. Estaba logrando ganar los duelos, dominar la posesión e incluso tener dos ocasiones muy claras de gol.
Tras la acción de Marc Valiente, el partido cambia por completo. El Sporting se ve obligado a defender en bloque bajo esperando al Betis, y ahí los verdiblancos tienen argumentos para hacer daño. Mediante Emerson + Rodri (MVP) + Lainez en derecha se conseguía generar superioridades para centrar, finalizar jugadas, desbordar… desordenar al rival. Con ese dominio posicional, acaban llegando los dos goles en la primera mitad.
En el segundo asalto, los de Heliópolis se limitaron a monopolizar la posesión, a rotar jugadores y a mantener un ritmo bajo de partido. Un trámite. Más allá de dos transiciones muy bien resueltas por Joel, el Betis logra hacer que pasen pocas cosas y cerrar el enfrentamiento sin apuros.