Alexis Trujillo, quien hasta la fecha había ejercido como coordinador del Área Deportiva, volverá a enfundarse la gorra de almirante. Una temporada más, el proyecto del Real Betis ha naufragado antes de lo esperado. Y una temporada más, el capitán del barco ha tenido que abandonar la expedición antes de tiempo. Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, que había firmado un contrato de tres años (hasta 2022) con la entidad heliopolitana, deja Sevilla apenas un año después de oficializarse su llegada. De esta manera, la 2019/2020 se suma a la larga lista de temporadas, del siglo XXI, en las que dos o incluso tres técnicos pasaron por el banquillo del Benito Villamarín (con mayor o menor suerte) para intentar enderezar la situación de un equipo en horas bajas. Un banquillo en constante reconstrucción. Un banquillo sin nombre.
El conjunto de la Palmera inauguró el siglo con buen pie. Irónicamente hablando, claro. Tras el estrepitoso descenso de la temporada 1999/2000 (en la que entrenaron al Real Betis tres técnicos diferentes), el cuadro de las trece barras se decantó por Fernando Vázquez para lograr el ascenso a Primera División. Si bien el gallego será recordado por apostar aquella temporada por un tal Joaquín Sánchez, a la postre leyenda de Heliópolis, su paso por el banquillo del Benito Villamarín no fructificó. Fernando Vázquez, que venía de haber clasificado al RCD Mallorca para la Intertoto, fue cesado tras 29 jornadas del campeonato liguero de la división de plata. A falta de 13 partidos, el Real Betis ostentaba la 3ª posición de la tabla, a seis puntos del líder (el Sevilla FC) y con una diferencia de dos puntos respectos a sus perseguidores (Recreativo de Huelva y Salamanca). Le sucedería en el cargo la leyenda bética Luis del Sol Cascajares. En su segunda etapa al frente del equipo heliopolitano (dirigió al Real Betis seis jornadas de la campaña 1985/1986 y continuó en el cargo durante la 1986/1987), los verdiblancos sumaron ocho victorias y terminaron la temporada como 2º clasificado de Segunda División, a cinco puntos del eterno rival. El Real Betis regresaba de esta manera a la máxima categoría del fútbol español.
Tras cinco temporadas consecutivas en las que tan solo un técnico se sentó en el banquillo de Heliópolis, esa espiral insaciable de devorar entrenadores hizo acto de presencia en el Benito Villamarín. Los verdiblancos venían de convertirse en el primer equipo andaluz en disputar la Champions League la temporada anterior. No obstante, Lorenzo Serra Ferrer dejó el equipo con la conclusión de la 2005/2006 y el proyecto se le encomendó a Javier Irureta. En 18º posición, y con 14 puntos, dejó Jabo al Real Betis tras 15 encuentros al frente del equipo. El elegido para sustituir al técnico vasco fue Luis Fernández. El ex entrenador de Paris Saint-Germain, Athletic Club y RCD Espanyol llegaba a Heliópolis para intentar darle la vuelta a una situación que se preveía catastrófica. Y aunque parecía que el técnico francés terminaría la temporada tras 22 partidos en el cargo, el histórico doblete de Edú en Santander llegó con Paco Chaparro en el banquillo. Luis Fernández fue destituido en la jornada 37 y el entrenador del filial se hizo cargo del equipo a falta de un partido, cuando el conjunto de la Palmera era 16º con 37 puntos. Un Paco Chaparro que no tardaría en aparecer de nuevo en la escena verdiblanca.
Para la campaña 2007/2008 la apuesta fue Héctor Cúper. Sin embargo, el contrastado técnico argentino terminó calentándole el banquillo a su predecesor: Pacho Chaparro. En esta ocasión fueron 14 las jornadas que el ex entrenador del Valencia CF, entre otros equipos, aguantó en Heliópolis. Y es que, tras 14 jornadas, el equipo bético tan solo había sido capaz de sumar 11 puntos a su casillero, ocupando así la penúltima posición de la tabla. «¿Por qué no apostar entonces por el técnico que había salvado la categoría la temporada anterior?», debieron preguntarse en la planta noble del Benito Villamarín. Y así fue. Pacho Chaparro, el comodín de Manuel Ruiz de Lopera, dirigió al Real Betis las 24 jornadas restantes del campeonato liguero. El técnico sevillano no solo mantuvo al conjunto de las trece barras en Primera División, sino que terminando alcanzando el 13º puesto. Por tercera vez en el siglo XXI, una vez concluida la temporada, el banquillo del Real Betis había alojado a más de un entrenador.
El buen hacer de Paco Chaparro al frente del primer equipo bético terminó dando sus frutos para alegría del ex entrenador del Betis Deportivo. Un técnico de la casa como Chaparro encabezaría el proyecto (otro más) de la 2008/2009. Pero, para no perder la costumbre que parecía haberse instalado en el Real Betis desde hacía ya un par de temporadas, este no fue el único que se sentó en el banquillo bético aquella temporada. A falta de nueve encuentros del campeonato de liga, Josep María Nogués relevó en el cargo a Paco Chaparro. Cuando el entonces entrenador del filial verdiblanco se hizo cargo del primer equipo, el equipo de Chaparro ocupaba la 16ª posición, a tan solo un punto de los puestos de descenso. Si bien este fue el periplo más largo del Mick Jagger de Triana al frente del Real Betis (29 jornadas), tampoco consiguió culminar una temporada completa. Por su parte, Nogués no conseguiría eludir el descenso y, empatado a 42 puntos con el Getafe CF, el cuadro de la Palmera regresaría a los infiernos. La Segunda División esperaba a los verdiblancos, que los acogería durante más tiempo del esperado.
No es muy difícil intuir que, si el Real Betis no logró ascender a Primera División en la temporada 2009/2010, tampoco fue esta una campaña en la que un solo técnico se hizo cargo del equipo. En esta ocasión, Antonio Tapia y Víctor Fernández se repartieron el curso a partes iguales: 21 jornadas para cada uno. El primero de ellos, que venía de entrenar al Málaga CF en Primera División, dejó Heliópolis cuando el equipo ocupaba la 8ª posición; los 14 puntos que separaban a los verdiblancos de los puestos que daban el billete de ascenso directo a la máxima categoría del fútbol español eran demasiados. De esta manera, el técnico maño, que ya había dirigido al Real Betis durante las temporadas 2002/2003 y 2003/2004 antes de fichar por el FC Porto, tenía la difícil tarea de escalar (muchas) posiciones para lograr el ansiado ascenso. Pero el empate (1-1) consechado por los de la Palmera en Salamanca en la jornada 37 dilapidó las esperanzas béticas, quienes necesitaban un milagro en el último encuentro del curso para regresar a Primera División. Los verdiblancos hicieron los deberes y vencieron a la UD Levante en casa, pero el el Hércules no pinchó y, a pesar del triple empate a 71 puntos, el Real Betis se quedaría una temporada más en la división de plata.
Después de cuatro temporadas consecutivas con más de un entrenador al frente del equipo, Pepe Mel logró darle algo de estabilidad al banquillo bético. Pero la trituradora de técnicos volvió a ser enchufada en la 2013/2014. El Real Betis había conseguido clasificarse para la Europa League, pero una estrepitosa planificación deportiva terminó por costarle, por un lado, el cargo hasta a tres entrenadores y, por otro, la categoría al equipo. El propio Pepe Mel fue el primero en caer. Tras 15 jornadas y con el equipo ya como último clasificado, el técnico madrileño dejó su cargo como entrenador de las trece barras. No obstante, el remedio resultó ser peor que la enfermedad. Y es que Juan Carlos Garrido, ex entrenador del Villarreal, apenas se sentó 5 jornadas en el banquillo del Real Betis. Concluida la jornada 20 y con la salvación a ocho puntos, Garrido fue cesado y el club de la Palmera oficializó la llegada de Gabriel Humberto Calderón. El argentino, ex jugador verdiblanco, dispuso de 18 jornadas para intentar una utópica salvación, la cual no llegó. El entrenador que hizo debutar al canterano Daniel Ceballos no pudo evitar el descalabro y los ridículos 25 puntos sumados por el cuadro de la Palmera al final del curso dieron con el equipo en Segunda División. Otro hat-trick de entrenadores en una sola temporada para engrosar la historia de técnicos que se pusieron a los mandos del Real Betis y fracasaron en su intento.
Con el descenso a la categoría de plata del fútbol español un carrusel casi interminable de entrenadores. Desde esta campaña, los verdiblancos acumularían un total de cuatro cursos seguidos necesitando del trabajo de más de un entrenador para salvar la temporada. La primera de ellas sería la 2014/2015: Julio Velázquez, Juan Merino y Pepe Mel pasarían esa temporada por el banquillo de Heliópolis. La apuesta por un entrenador joven, con vistas de un proyecto a largo plazo, no dio sus frutos. El ex entrenador del Real Murcia apenas duró 14 jornadas como técnico del Real Betis. Y es que los heliopolitanos, con el claro objetivo de regresar a Primera División, estuvieron casi más jornadas fuera de los puestos que dan opción a jugar la promoción de ascenso que entre los seis primeros. La solución, al menos de forma temporal, volvía a estar en casa: Juan Merino. Los dirigentes bético recurrieron al entrenador del filial para que se hiciera cargo del equipo de forma interina. Merino, otro de los botiquines de emergencia más utilizados por el club en los últimos años, hizo pleno de victorias en los cuatro partidos ligueros que dirigió al Real Betis. A pesar del buen hacer del entrenador gaditano, los de la Palmera volvieron a recurrir a Pepe Mel. En su segunda etapa como capitán general del barco bético, el madrileño logró su segundo ascenso como entrenador del Real Betis. En 24 jornadas, Mel enderezó el rumbo de la nave y ascendió al equipo como primer clasificado, con 84 puntos.
Y en la campaña 2015/2016, otra vez Pepe Mel y otra vez Juan Merino. Un total de 38 jornadas repartidas entre ambos entrenadores, 19 para cada uno. Los 20 puntos logrados por el técnico madrileño, cuyo equipo se acercaba peligrosamente a la parte más baja de la clasificación, terminaron por costarle el puesto al ex jugador del Real Betis. El conjunto de la Palmera cesaba así por segunda vez al técnico que lo había ascendido a Primera División hasta en dos ocasiones y que incluso había clasificado para competiciones europeas algunas temporadas atrás. El equipo de Mel, transcurrida la mitad de la campaña, apenas habían logrado cinco victorias en el campeonato liguero. Si bien los resultados cosechados por el linense no fueron sobresalientes, el Real Betis terminó la campaña con 45 puntos en 10ª posición. Juan Merino había cogido al conjunto bético a cinco puntos de los puestos de descenso y terminó el curso a siete de la 18ª posición. No obstante, y a pesar de haber salvado la categoría con cierta holgura, el cuadro de las trece barras ya había firmado un nuevo entrenador para encabezar el proyecto de la siguiente temporada.
Gustavo Poyet no sería más que el primero de los tres técnicos que se pusieron al frente del conjunto de Heliópolis allá por la temporada 2016/2017. Sí, otra temporada más, el Real Betis hacía hat-trick en el banquillo. Tras 11 jornadas en las que los de la Palmera apenas cosecharon tres triunfos y cayeron derrotados en seis ocasiones, el técnico uruguayo fue destituido. El proyecto de Miguel Torrecilla, director deportivo que había llegado a Sevilla de la mano de Poyet, se tambaleaba nada más empezar. Víctor Sánchez del Amo, ex entrenador del Deportivo de La Coruña, fue el elegido. Recordado entre los aficionados béticos por sus planteamientos excesivamente defensivos, el técnico madrileño del Real Betis tampoco terminó la temporada. Tras 25 jornadas al frente del equipo, y una racha de tres derrotas consecutivas, los dirigentes verdiblancos cesaron a Víctor Sánchez del Amo y recurrieron a la tercera navaja suiza de Heliópolis en el siglo XXI: Alexis Trujillo. El canario consiguió dos empates en los últimos dos encuentros del curso (ante Atlético de Madrid y Sporting de Gijón) que le sirvieron para incrementar la distancia con los puestos de descenso hasta los ocho puntos y alcanzar el 15º puesto de la tabla. Había que volver a empezar.
Casualidades del destino (o no), el devenir de la entidad bética ha llevado a Alexis Trujillo a ocupar el mismo puesto que hace tres temporadas. El proyecto con Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ al frente del equipo de la Palmera tampoco ha cuajado y el canario volverá a ejercer de entrenador del Real Betis en la 10ª temporada del siglo XXI que los verdiblancos acumulan con más de un técnico en el banquillo. El ex entrenador del RCD Espanyol ha dispuesto de 30 jornadas para acercarse a los objetivos europeos que el club planteó antes de arrancar la temporada. Pero tras no haber superado el 10º puesto de la tabla más allá de en una ocasión y alzarse con los tres puntos en apenas ocho partidos, el catalán fue destituido. Con ocho partidos de LaLiga Santander por delante y los puestos de descenso más cerca que los europeos, Alexis deberá afrontar el tramo final del curso con el objetivo de salvaguardar algo de la poca dignidad que le queda al Real Betis esta temporada tras un nuevo fracaso en el plano deportivo. Dos entrenadores, como mínimo, entrenando al conjunto de las trece barras en la 2019/2020, situación que se ha repetido hasta en seis ocasiones durante el presente siglo. En la mitad de las campañas disputadas a lo largo del siglo XXI, el Real Betis hospedó a más de un entrenador en su banquillo. Un mal endémico para el que parece no haber cura en Heliópolis.
