Las dificultades del equipo de Jagoba Arrasate para puntuar le están haciendo ser uno de los conjuntos más cercanos a la zona de descenso. Además, visita el Benito Villamarín con nueve bajas y habiendo ganado un solo partido desde aquel Osasuna vs Betis en El Sadar. A pesar de esta mala racha de resultados, Osasuna continúa con la misma idea de juego: utilizar el balón en largo, ser vertical, directo, cargar las bandas para buscar el centro al área… continúa siendo el mismo equipo.
Con esférico, abusa del balón en largo sobre el punta, no asume riesgos en la salida de balón. Tanto Mandi como Víctor Ruiz tendrán una ardua tarea para ganar los duelos aéreos con Jonathan Calleri, un delantero muy poderoso y fuerte por arriba. A raíz de este balón directo, Osasuna intenta instalarse en campo contrario para cargar el área, desbordar por banda y buscar los centros laterales. En fase defensiva, es un equipo que asume muchos riesgos dejando metros a la espalda de su propia defensa. Tiende a presionar en bloque alto con la intención de robar en campo contrario e imprimirle un ritmo alto a la circulación de balón. Busca presionar tras pérdida para embotellar a su rival y no dejarle transitar.
En el partido de ida, Manuel Pellegrini cambió su idea, planteando un fútbol directo con mucho juego en largo y sin asumir riesgos en salida. Evidentemente, todo esto condicionado por las derrotas frente a Eibar y Athletic y la lesión de Canales. A día de hoy, el Betis viene en una dinámica totalmente opuesta y ofreciendo un juego vistoso, propositivo y dominante.