Partido horrible del Betis. No hay más. Acabó ganando gracias a la torpeza de la defensa del Getafe CF y a la inteligencia de Borja Iglesias provocando el penalti que el mismo se encargaría de transformar después de que Canales fallara uno anterior también provocado por el Panda. Los verdiblancos tiraron toda la primera parte y se olvidaron de competir en la segunda. Pero la inercia también gana partidos y de eso, pero al contrario, sabe mucho el Betis.
Por culpa de esa gran mentira de los analistas como es “madurar el partido”, el Betis volvió a tirar toda una primera parte ante un rival que no se había presentado al campo. Los de Pellegrini no supieron entrar en el partido y el miedo a “cagarla” ante un rival que genera trauma en la plantilla verdiblanca por los dolorosos precedentes impidió que el Betis se adelantara en el marcador, o más bien, fuera a por el partido. Y ya puede decir Pellegrini en rueda de prensa lo que quiera, pero hoy el Betis no salió a ganar.
Además, se juntó el hambre con las ganas de comer. En un mismo minuto, Fekir siente un pinchazo en el muslo y pide el cambio, aunque intentó forzar. Loren falla sin portero, aunque muy escorado, y mandó al limbo una oportunidad de oro para dar primero y dar dos veces como se suele decir. El Getafe era una sombra de ese equipo aguerrido, correoso, duro y eléctrico que se podía ver no hace mucho. Y para nuestra desgracia, el Betis no quiso aprovecharlo. Sin Fekir, el Betis no sabía qué hacer con la pelota y Canales estaba muy perdido. Sin su compañero de batallas, el cántabro no ejercía la influencia que siempre genera. Ni Ruibal, ni Tello – que entró por Fekir- ni Loren, aunque el marbellí fue el único que importunó de vez en cuando a la defensa azulona en la primera parte.
En la segunda, el Getafe peligrosamente se fue metiendo en el partido por dos motivos: el primero, porque también quería ganar; el segundo, porque el Betis se fue del partido. Los verdiblancos dieron alas a su rival a base de pérdidas absurdas en campo propio y posesiones que cada vez eran más cortas. Los de Bordalás – hoy en el palco del Villamarín- tampoco inquietaban a un Joel Robles que no sufrió, pero el paupérrimo juego de los verdiblancos era motivo suficiente para temer por la derrota o por un empate que no serviría para nada. Pellegrini dio entrada a Joaquín y Borja Iglesias y tampoco cambió mucho. Hasta la entrada de William Carvalho y Juanmi, que le dieron otro ritmo al equipo y poco de cabeza en el correcalles del mediocampo donde el Getafe se mueve como pez en el agua. Curioso cuanto menos que Juanmi entró por Tello, quién había entrado en el minuto 7 por el lesionado Fekir, pero es que lo que aportó el catalán al equipo era cero.
Hasta que llegaron las dos jugadas. Borja Iglesias pelea un balón en área del Getafe y primera torpeza de Sofian Chakla, que deja la mano atrás y golpea en la cara al panda. Penalti tonto, pero penalti, sobre todo si Estrada Fernández había pitado y amonestado a Canales por una jugada igual algunos minutos antes. El cántabro sería el protagonista al errar el penalti y mandar a las nubes el rechace de David Soria. Tampoco merecía el Betis ese gol, todo sea dicho de paso. Diez minutos después, la otra jugada. Balón largo a Borja Iglesias que muy inteligentemente mete el cuerpo para ganar la posición y otra vez Chakla lo arrolla llegando por detrás. Otro penalti tonto, pero penalti. Esta vez Canales no quiso intentar y se lo dejó a quién lo había cometido. Y el Panda no falló. Otra vez el gallego dando los tres puntos al Betis y cada vez más enrachado.
Desde el gol hasta el final del partido fue un sufrimiento digno de la Cuaresma. Balones colgados al área que Joel despejaba sin problemas, ritmo pausado en el Betis ante un Getafe que ahora sí tenía prisas y tonta expulsión de William Carvalho que vio dos amarillas en apenas tres minutos. La última en una falta evitable, con el tiempo cumplido y peligrosa para colgar al área. Menos mal que Guido recibió una falta al intentar despejar y el partido se acabó sin ver si el Getafe hubiera sido capaz de empatar o no.
El Betis suma tres puntos que no mereció, pero que le sirven para dormir en la sexta plaza a la espera de lo que haga el Villarreal en el Nuevo San Mamés
