Bravo (8). Empezó el partido algo nervioso. Incluso se le podría acusar de no medir bien la salida en la acción del gol visitante. Sin embargo, sostuvo al equipo en los mejores minutos del Atlético en la primera mitad y salvó, con dos intervenciones diferenciales, el punto en el tramo final.
Emerson (6). Sufrió más que nadie ante los ataques del Atlético. En parte porque le tocó bailar con Carrasco, en parte porque Aitor Rubial no le ayudó como en otras ocasiones. En ataque, por el contrario, estuvo muy participativo.
Mandi (6). Pecó de inocente en la jugada del gol de Carrasco, pero tras esos minutos de indecisión, recuperó la sobriedad de tiempos recientes. No fue su mejor partido, pero tampoco cometió grandes errores.
Bartra (7). Volvía a la titularidad varios meses después y cumplió de sobra con la labor que se le requería. Como Mandi, empezó algo dubitativo, pero fue creciendo con el paso de los minutos y se acabó erigiendo en el líder de la zaga.
Álex Moreno (7). Salvando un par de imprecisiones en defensa, hoy no se le puede poner un pero a la actuación del lateral catalán. Activo desde el primer minuto, completó un gran encuentro y lo rubricó con un centro perfecto para que Tello anotase el empate.
Guido Rodríguez (6). Estuvo, como acostumbra, omnipresente en el repliegue y la presión. No obstante, algunos errores muy comprometidos en la entrega le bajan la nota. Lleva mucho minutos a sus espaldas y da la sensación de que está empezando a acusarlo.
Canales (7). Volvió a la sala de máquinas y, desde ahí, dirigió con buen criterio el inicio de la creación del juego verdiblanco. Es cierto que le faltó un punto de inspiración para terminar de ser determinante, pero alegra volver a verle en el mejor camino.
Aitor Ruibal (3). Cuesta hablar mal de un futbolista tan trabajador y, especialmente, tan férreamente defendido por un amplio sector de la ‘grada digital’. Sin embargo, la realidad es que su partido fue muy muy pobre. Corre mucho, sí. Pero esta vez más que nunca lo hizo, tirando de tópico, como un pollo sin cabeza. Y con el balón en los pies, es un futbolista tan frustrante que cuesta entender que, a ojos de Pellegrini, le haya comido la tostada a Láinez, Tello o Joaquín. Si la semana pasada un contraataque mal ejecutado señaló a Juanmi, hoy le debe tocar por justicia al ex del Leganés.
Fekir (5). Fue, como siempre, un derroche de esfuerzo e intentos de generar fútbol y ser determinante. Pero hoy, a diferencia de sus apariciones más recientes, no le salieron las cosas. Así de simple.
Tello (7). Con un gesto al cielo, dedicó a su padre un gol que se le resistía desde aquel doblete ante el Elche en la jornada 8. Es cierto que en la primera mitad no apareció más allá de esa jugada, pero en la segunda estuvo muy activo y lideró con su velocidad varias acciones de peligro. El equipo necesita su mejor versión para el tramo final de campaña.
Joaquín (6). Pellegrini sorprendió a propios y extraños ubicando al portuense de falso nueve ante el Atleti. Y no se puede decir que el experimento no le funcionara, puesto que con su movilidad y capacidad asociativa, se convirtió en un buen recurso para hacer daño a una de las defensas más solventes de toda LaLiga.
Juanmi (4). Fue el primer cambio de Pellegrini pero esta vez no estuvo a la altura. El equipo generó muchas ocasiones, si bien él no fue capaz de finalizar ninguna de ellas. Muy poco protagonismo.
Láinez (6). En apenas un minuto, ya había mejorado las prestaciones del futbolista al que sustituyó: un errático y desnortado Aitor Ruibal. Oblak le privó de su primer gol de la temporada, tras un regate con el que sentó a su marcador. Después de eso, se fue diluyendo.
William Carvalho (S.C.). Entró en el 89’. Y de ahí al final, apenas se jugó.
