Tras la victoria en casa frente a la SD Hueca que certificaba el pase a la Conference League, el Real Betis visitaba Balaídos para cerrar su clasificación a Europa League. Partían los de Pellegrini con Guardado junto a Guido en el doble pivote, Rodri con Ruibal en los costados y Fekir por detrás de Borja Iglesias.
Lo cierto es que el enfrentamiento fue pasando por diferentes pases: en la primera parte, un partido realmente igualado, con tramos de dominio para ambos pero que a raíz del absurdo penalti de Bartra se decantó para el conjunto celtarra. Con el marcador a favor, comenzó a tener más balón, a salir desde atrás con relativa facilidad y a romper por la banda derecha. Sufrió Miranda. Además, logró presionar la salida de los verdiblancos con sencillez; Bartra, desconfiado tras la acción del penalti, pecó de jugar en largo varias veces perdiendo varios balones. Asimismo, Rodri sufrió jugando de espaldas y perdió la posesión del esférico en un par de situaciones arriesgadas.
En el segundo asalto, un partido diferente. Comienza, eso sí, de la peor forma posible: con un error de Álex Moreno y una definición exquisita de Brais Méndez. El punto de inflexión para la remontada verdiblanca estuvo en el penalti sobre Emerson. Con el Betis en la lona, consigue acortar la ventaja y creer en la remontada. A raíz de aquí, los de Pellegrini van con todo; intensos en la presión, robando balones en zonas peligrosas, ganando duelos, eficaces con balón… evidenciando todo lo que había en juego. Consigue remontar imprimiendo un ritmo muy alto. Tras la expulsión de Tello, protege la ventaja defendiendo muy cerca de Bravo y realizando un admirable trabajo físico en los últimos 15 minutos.
A la desesperada, a la heroica, cuando todo parecía estar perdido y con el equipo dejándose el alma para lograr el objetivo. Al más puro estilo Betis. Una buena gestión de la segunda mitad para remontar y unos trabajados 15 minutos finales le bastaron a los verdiblancos para vencer en Balaídos y estar clasificado para la Europa League 2021/2022.