«Qué manera de aguantar, que manera de crecer, qué manera de sentir, qué manera de soñar, qué maneras de aprender, qué manera de sufrir, qué manera de palmar, qué manera de vencer, qué manera de vivir, qué manera de subir y bajar de las nubes». Así reza el himno del Atlético de Madrid, vigente campeón de LaLiga, compuesto por Joaquín Sabina. Pero de igual manera se vieron reflejados en estas líneas los aficionados del Real Betis durante los 90 minutos que el cuadro de las trece barras tardó en conseguir la clasificación para Europa League. Porque sí, los pupilos de Manuel Pellegrini vencieron, pero también sufrieron.
Aguantar, crecer y sentir. Porque el equipo de la Palmera tuvo que soportar el arbitraje de Jesús Gil Manzano, crecerse ante las adversidades y sentirse capaz de darle la vuelta al resultado. Por si fuera poco el inexistente penalti pitado a los pupilos de Eduardo «Chacho» Coudet al principio del choque, los verdiblancos tuvieron que luchar hasta el final con un hombre menos por una inexplicable expulsión. Por suerte para el beticismo, los de Manuel Pellegrini supieron y pudieron luchar contra todo y contra todos.
Soñar, aprender y sufrir. Porque cuando los helipolitanos aterrizaron en el Estadio de Balaídos soñaban con una clasificación fácil a la próxima edición de la Europa League, pero ahí estuvieron los celtistas para darles una lección de profesionalidad. Aún sin jugarse nada, el cuadro vigués plantó cara (y de qué manera) a un Real Betis que sí estaba obligado a sumar los 3 puntos. Sufrió al principio (con dos goles en contra) y sufrió al final (tras conseguir el 2-3 definitivo), pero ganó. Y eso es lo importante.
Palmar, vencer y vivir. Porque, temporadas atrás, otro Real Betis ya se habría dado por derrotado cuando a falta de 40 minutos para el final la victoria parecía una misión imposible. Pero este es el Real Betis de Manuel Pellegrini, un equipo que ha dado varias muestras durante el curso recién finalizado de estar bastante vivo cuando más muerto parece. Como ocurrió anteriormente ante el propio Celta de Vigo o en el templo bético ante el Deportivo Alavés, las remontadas sí son cosa de este Real Betis.
Ahora, con el botín conseguido debajo del brazo, es momento de que el Ingeniero reclute de nuevo a su equipo para trazar un nuevo plan. El de la clasificación europea, más allá de las alegrías, fue también un partido de despedidas. Y es que para su 12ª participación en una competición continental, el ’23’ ya no será el ’23’. Uno de los capitanes verdiblancos abandona el barco de Heliópolis tras cinco temporadas. Cinco años de altos y bajos, subidas y bajadas de rendimiento, alegrías y penas. Pero las de Aïssa Mandi fueron cinco campañas de compromiso y profesionalidad. Justo las cualidades que brillaron en Balaídos.