Por estatus, historia y plantilla, el Real Madrid está obligado a dominar a sus rivales, a llevar la iniciativa del enfrentamiento y a ser superior. Con Carlo Ancelotti este aspecto, lógicamente, no ha cambiado. Es un equipo que, partiendo desde el 4-3-3, posee una gran personalidad y acumula talento en el césped para ser el protagonista de todos sus enfrentamientos. Eso sí, visita el Benito Villamarín con cuatro bajas vitales: Nacho, Mendy, Kroos y Modrić.
En fase ofensiva, los de Carlo Ancelotti acumulan muchísimo nivel en salida de balón; la mejoría de Militao, la zurda de David Alaba, la impresionante evolución de Thibaut Courtois… es un equipo preparado para esta situación del juego. Asimismo, es un conjunto que atesora mucho nivel en el último tercio de la mano de Karim Benzema. Al francés se le suman Vinicius, Bale, Hazard, Modrić… cada jornada aparece uno de estos talentos individuales para marcar la diferencia.
En el otro apartado, sin el esférico, en este inicio de temporada, y concretamente frente al Levante UD, cometió errores en área propia impropios de un equipo de este nivel. Y de hecho hacía tiempo que no estaba tan débil cerca de Courtois. La solidez defensiva fue el principal argumento del conjunto blanco para alzarse con LaLiga 19/20, pero en este tramo inicial ha dejado que desear. En gran parte, evidentemente, esto viene provocado por las bajas de Sergio Ramos y Raphael Varane.
Hay un factor principal para que el Real Betis pueda acercarse a la victoria: en el partido en el Ciutat de Valencia, el conjunto blanco tuvo tramos donde arrolló a su rival y tramos donde fue muy, muy débil. En todos los partidos hay tramos para ambos conjuntos, pero los de Ancelotti poseen ambos extremos: capaces de arrollarte en 10 minutos, pero también capaces de verse muy superados. De lo mejor y de lo peor.