Hoy sería el día idóneo para decir aquella frase tan manida de jugó como nunca y perdió como siempre. Pero pese a lo desgastado de esa sentencia no deja de tener razón por los siglos de los siglos. El Betis jugó como nunca jugó a lo largo y ancho de la temporada. Dominó a un Atlético de Madrid que salió muy bien a la presión, ahogando al Betis en la salida desde atrás y recuperando el balón con rapidez. Pero el paso de los minutos le fue dando una actitud más conservadora y los verdiblancos fueron creciendo en el partido, derrochando un juego rápido, vertical y con salidas cómodas desde atrás. Faltaba llegar ante Oblak con peligro.
Eso sí. El VAR tuvo que aparecer hasta en dos ocasiones en la primera parte para anular sendos goles de los colchoneros. Primero el de Correa por ayudarse Llorente con el brazo en un control que propició el pase al argentino y posteriormente en un fuera de juego milimétrico de Morata en la carrera con Bartra. Lo nunca visto. El VAR se vistió de verdiblanco e impartió justicia como nuncale había pasado a los verdiblancos este año. El cero a cero al descanso era un buen resultado visto lo visto, pero dejaba la sensación de un Betis al que solo le faltaba tener una ocasión clara. Dani Martín demostró que hay portero.
La segunda parte comenzó con un Betis amparado en la posesión y el Atleti esperando la ocasión perfecta para salir y correr a espaldas de la defensa, pero el doble pivote Guido-William Carvalho estuvo excelso y por el centro apenas tuvo opción el equipo local. Guardado en la primera parte tuvo que dejar su sitio a Pedraza por unas molestias y el doble carrilero hizo mucho daño. Para más inri, la expulsión de Hermoso por roja directa por una entrada a destiempo por detrás a Loren que se iba en carrera ayudó a que el Betis metiera aun más al Atleti en su area incluso. Las entradas de Joaquín y Emerson ayudaron a tener el control total de la posesión. Pero si hay un equipo al que no hay que dar por muerto es al Atletico de Madrid. Cuando mejor estaban los verdiblancos, con ocasiones clarísimas como un mano a mano de Loren que incomprensiblemente manda fuera, una falta cercana al área y completamente evitable acaba con Diego Costa rematando solo y metiendo la pelota dentro de la portería. Aun así hubo VAR por un posible fuera de juego que no era visto en la repetición y una mano en el remate del hispanobrasileño con la que el VAR no se quiso complicar tanto y acabó dando validez al gol pese a no verse ninguna repetición clara en la que se vea que remata con el hombro.
El pez cayó en la trampa de Simeone una vez más. Ni con uno menos ni dominando de manera descarada fue capaz el Betis de meterle mano al Atlético de Madrid más paupérrimo del año. La entrada de Tello no aportó absolutamente nada como de costumbre y Borja Iglesias dio un poco de frescura en la siempre batalla del área rival. Muchos disparos desde lejos que no inquietaron a Oblak y tres puntos que se quedan en el Wanda.
Al Betis le restan dos jornadas para cerrar una temporada más que mala pero que al menos ha sido capaz de lavar la imagen en el tramo final con la llegada de Alexis y ha dejado entrever como será el planteamiento de Pellegrini. Si jugara siempre como hoy no habría dudas.
