Si Rodri Sánchez puso el clavo en la primera parte, Sergio Canales se ocupó (y preocupó) de dar la puntilla, al Granada CF y el partido, en la segunda mitad. Pero si fue el capitán del Real Betis el encargado de grabar una sonrisa en la cara del aficionado bético al final de la jornada de trabajo es porque el conjunto de las trece barras se fue dejando puntillas por el camino durante toda su visita a la ciudad nazarí. Una detrás de otra. Tanto Nabil Fekir como, sobre todo, Cristian Tello tenían el mismo martillo que sus compañeros. El problema nace cuando golpeas con el mango en lugar de con la cabeza. A diferencia de los días anteriores, el equipo Manuel Pellegrini salió con el martillo hidráulico encendido. Por momentos, parecía que los obreros verdiblancos terminarían la faena mucho antes de lo esperado. Pero claro, esto es el Real Betis. El conjunto de la Palmera sigue viviendo a medio camino entre que «las prisas no son buenas consejeras» y el «no dejes para mañana –llámese minuto 88– lo que puedas hacer hoy –digamos 48’–». Aunque, a fin de cuentas, el trabajo se entregó a tiempo.
Las obras no han hecho más que empezar en la Avenida de la Palmera y Manuel Pellegrini ya tiene enmarcadas y listas para colgar en su despacho también varias obras, pero estas de arte, con las que decorar los pasillos de la gran oficina verdiblanca. El cada vez menos inexperto y más protagonista alumno aventajado dio el primer martillazo. Uno muy importante, tanto para él como para el Ingeniero. Y es que el Plan 2.0 del técnico chileno está compuesto a base de mini planes, y uno de esos pequeños proyectos, tanto de presente como de futuro, lleva el nombre de Rodrigo Sánchez Rodríguez. Tras el buen hacer del canterano durante los primeros 45 minutos, el ’10’ del Real Betis tomó el mando de las operaciones verdiblancas en el segundo turno de trabajo. El final de las vacaciones no ha sido fácil para nadie, pero Sergio Canales es uno de los peones béticos al que más le estaba costando la vuelta a la rutina. Pero el mago cántabro no entiende de achaques. Él es más de correr, conducir y marcar. Otro día más en la oficina.
Pero es esa falta de puntería la que está lastrando el inicio de campaña del cuadro heliopolitano. Por hombres (Borja Iglesias y Willian José) y nombres (Nabil Fekir y Sergio Canales) la del gol no debería ser una de las asignaturas pendientes en el segundo plan del Ingeniero. No hay mejores obreros para picar y derribar murallas rivales. Y es que la delantera verdiblanca tiene a su disposición todas las herramientas, tanto propias como las que les presten sus compañeros, para eregirse pupilos destacados de Manuel Pellegrini. La noticia positiva es que ninguno de los «obreros del gol» podrá, como quien dice, dormirse en los laureles. Mientras que el Panda ya vio que dos buenos actuaciones de Juanmi llevaron al Ingeniero a darle el día libre ante el Real Madrid, ayer un nuevo artillero llegó a las obras verdiblancas. Sin apenas ocasiones para lucirse, el brasileño demostró que viene al Real Betis con el casco puesto y los martillos recién comprados. Es momento ahora de que tanto titulares como suplentes den en el clavo.