Después del espantoso partido en San Mamés los fantasmas del pasado reciente sobrevuelan las cabezas de los aficionados béticos. Goleado por el peor Athletic Club de Bilbao de la década y con la indolencia defensiva que acostumbra (por desgracia) el Betis volvió a la senda de la derrota un lunes, fuera de casa y en el canal maldito de GolTV. Este tipo de derrotas en las que se “arrastra el escudo” como decía hace unos años nuestro presidente Ángel Haro en Butarque, por desgracia cada vez son más frecuentes en el tiempo. Lejos de producirse un efecto revulsivo, el Betis es goleado con asiduidad y con una imagen penosa del equipo. Sin lugar a dudas el cansancio y el hartazgo están al límite en la parroquia bética y como no puede ser de otra forma deja señalados en el club.
Esta semana cierto sector de la prensa sevillana, dado a endulzar o edulcorar la realidad bética con noticias como rachas de regatas, años seguidos sin descender a segunda división y otra serie de logros deportivos de dudosa relevancia, se han empeñado en señalar a la figura de Manuel Pellegrini como uno de los principales culpables de la deriva que el navío verdiblanco cosechó en tierras bilbaínas, territorio maldito para el Betis.
Es evidente que en cuanto al rendimiento deportivo existe dos principales responsables de lo bueno y malo que hace el equipo: el entrenador y los jugadores. El pasado lunes el equipo fue arrollado por un Athletic Club que venía de perder en casa del colista, que fue muy superior en intensidad y que con una presión alta que desdibujó al Betis del técnico chileno. Si sumamos poca intensidad y apatía defensiva tenemos como resultado otro de esos partidos que el Betis por desgracia repite mucho. Se puede achacar varias cosas al entrenador, mal planteamiento, no realizar cambios hasta el 3-0 en el marcador… ¿Pero es Pellegrini el máximo responsable de la debacle deportiva?
El chileno llegó al Betis el verano pasado como la última bala del repetido fracasado proyecto de Haro y Catalán. Gran parte del aficionado bético pedía a gritos una inversión fuerte en el banquillo y dejar de lado los experimentos en entrenadores de bajo perfil que tan mal habían salido. Pero debemos de analizar el contexto y la materia prima de que tiene Pellegrini para poder sacar rendimiento al equipo. Salvo la incorporación de Claudio Bravo el pasado verano, el resto de la nómina de fichajes es de escaso o dudoso rendimiento así pudimos observar el pasado lunes el motivo por el cual Víctor Ruiz no dispute más partidos. Con una defensa calcada a la del año pasado que ya adolecía de ser de las zagas que más goles encajaban de la categoría ¿Puede Pellegrini hacer milagros?
Claro está que «el Ingeniero» es responsable de lo que haga su equipo en el campo pero la papeleta para el técnico es tremenda: un equipo totalmente devaluado la temporada pasada y con una defensa que no es capaz de despejar un solo centro lateral siendo ya la más goleada de la primera división. Don Manolo es responsable de lo que hace el equipo en el campo, pero la plantilla del Betis no se ha reforzado en absoluto. Tendremos que confiar ciegamente en Pellegrini y que el mercado de invierno aporte algún refuerzo al equipo, a día de hoy hablar de Europa es una quimera.