¿Recuerdas por qué eres del Betis?
En mi caso, no lo sé explicar. Tengo vagos recuerdos de mi abuelo materno, Norberto también, que aunque de Santander el hombre, era bético. Quizás al llegar a Sevilla, allá por el año 50, los colores del Betis le recordaban al Rácing o a Cantabria. O quizás vió antes al Betis que al Sevilla y le gustó. O quizás su primera amistad aquí, le habló del Beticismo. No lo sé. Y muchas veces, pienso en lo que me gustaría poder preguntarle por qué era de nuestro club. Que me explicase que siente un hombre del norte, de unos 30 años, y a mediados del Siglo XX, para hacerse del Betis. Me gustaría preguntarle cuál fue el primer recuerdo que tiene de las 13 barras. Ver si los ojos le brillan cuando me lo cuenta. Si se emociona recordando que la primera imagen que se le viene a la mente es la del estadio de la época, si es un jugador, o si es ver a la gente entonando el manquepierda.
Los que tenéis la suerte de haber podido disfrutar mucho de vuestros abuelos, no sabéis la suerte que tenéis. Y si habéis compartido afición y colores, y habéis podido ir juntos a partidos de vuestro equipo, decidme, ¿Qué se siente?¿Se os eriza la piel? ¿Lo recordáis con los ojos vidriosos?
Yo pagaría por tener una foto o un recuerdo con mi abuelo de la mano camino del Estadio, escuchando sus andanzas y aventuras de joven, y no tan joven. Pero de mi abuelo, ya os digo, recuerdo poco. Falleció siendo yo un niño que había hecho la Comunión seis días antes. A veces me digo… Buah, qué bonito sería que estuviese aquí y me viese por la pantalla hablar de Betis. Aunque nada mas hable tonterías. O que vea que hay un hueco mensual donde escribo lo que me sale de dentro y encima lo publican.
Y saber ¿Qué pensaría mi abuelo del fútbol «moderno»? ¿Le gustaría mas que el de su época? ¿Y si le dijese que hemos ganado dos copas mas? Son tantas preguntas las que le haría…
Chaval que tienes a tu abuelo cerca todavía. No desaproveches la oportunidad que te está dando la vida. ¡Júntate con él! Pídele que te cuente sus batallas, acompáñalo a hacer lo que le guste, aunque para ti sea un muermazo. Pregúntale por sus historias, por sus recuerdos. Y si encima compartís colores… ¡APROVECHA! No permitas que el tiempo lo deje en todo en ilusiones tardías o en un querer lo que ya no se puede.
Y si en casa teneis un ‘De abuelos a Nietos’ de manual… Disfrutad. Disfrutadlo por todos los que por una cosa u otra ya no pueden o nunca han podido. Tu abuelo lo agradecerá en el presente. Tú lo agradecerás en el futuro.
Viva el Betis y larga vida a los abuelos (a los del Betis, más).