El Real Betis supera con más problemas de los esperados al Real Mallorca y suma una nueva victoria para acercarse a la segunda plaza de la tabla y mantener el tercer puesto ante las victorias de los inmediatos perseguidores. Alex Moreno y Willian José fueron los autores de los goles.
No fue el mejor partido del Betis, sin duda. Quizás tampoco el peor, pero se pareció mucho. Los verdiblancos demostraron la fatiga de jugar cada tres días y que necesitan o descanso o partidos fáciles. Y el de hoy no lo fue. Y no por mérito del Mallorca, que pareció jugar con miedo a no recibir una goleada, y al que le costó creerse que podía ganar incluso el partido. Lo embarrado del encuentro fue más demérito de un Betis que quiso ganar con la ley del mínimo esfuerzo y casi le sale mal.
En la primera parte ya se notó. El Betis no era capaz de dar tres pases seguidos en campo rival. Juego lento, pocas ideas y demasiado espeso el equipo. El Mallorca, todo lo contrario. Ordenado en defensa y con velocidad para salir y buscar jugadas rápidas. Muy poco sufrió Rui Silva en los primeros minutos. Con Canales notando la falta de partidos y Fekir muy ausente, solo un tal Alex Moreno podía desatascar la situación. Y así fue. Canales se inventa un magistral a la espalda de la defensa y el lateral catalán solo tiene que poner la cabeza y ajustarla al palo largo imposible para Sergio Rico.
El gol espoleó al Betis, que tuvo algunos minutos de frescura y velocidad, sobre todo cuando el Mallorca se aventuraba al ataque, pero toda ocasión de doblar la ventaja se iba al garete. Solo Canales, con un disparo desde lejos, obligó al portero visitante a hacer su trabajo en el resto de la primera mitad.
Tras la reanudación, el Betis encendió el piloto automático y se dejó llevar. Provocando malas consecuencias. Le dio la pelota al Mallorca, que tampoco generaba peligro, pero el cuadro de Pellegrini pareció dar por bueno el resultado y gastar sus últimos esfuerzos en no encajar. Mala situación. El Betis no puede permitirse el lujo de especular, pues el error defensivo es endémico y se acentúa cuanto menos propositivo es. El paso de los minutos llevaba el partido a una calma tensa. El Mallorca no aumentaba la intensidad, pero no le iba a hacer falta.Sobrepasado el minuto 70, centro de Maffeo que remata Muriqi entre los centrales. Edgar, que había entrado por Víctor Ruiz, pierde la marca y el espigado delantero remata sin apenas saltar y haciendo imposible el vuelo de Rui Silva. ¿Injusto? Para nada. El Betis hasta el momento había hecho más méritos para perder la ventaja que para asegurar la victoria.Y tampoco es que el empate despertara demasiado a los de Pellegrini. El Mallorca pareció haber encontrado un tesoro con el empate y el Betis recuperó la pelota desde el saque inicial. Siguió falto de ideas, siguió sin saber qué hacer en fase ofensiva, pero al menos se acercó al área. Y en una de esas, sonó la flauta. Disparo de William Carvalho desde la frontal que parece dar en la mano de un defensor bermellón. El árbitro no decretó nada, pero el partido se detuvo e intervino el VAR. La repetición no dejaba lugar a la duda. El balón golpea en la mano del jugador a la altura de la cara. Penalti claro. Soto Grado tuvo que verlo en la imagen, eso sí.
Y Willian José no falló. Sergio Rico adivinó el disparo pero no llegó a tiempo a su palo derecho. El hispanobrasileño anotó un nuevo gol en su cuenta particular y devolvía la ventaja a los verdiblancos, que tuvieron que sufrir demasiado, casi encerrados atrás y desperdiciando alguna contra con peligro, pero que terminaron llevándose los tres puntos.
El Betis suma una nueva victoria en un partido gris y trabado para los verdiblancos, pero que refuerza la teoría del cambio de cara de Pellegrini, pues este tipo de partido se perdían no hace mucho. El jueves el Zenit visita el Villamarín para definir la eliminatoria europea, apenas tres días antes de visitar el Sánchez Pizjuán.