Nunca una derrota será una noticia positiva, y menos cuando hay una candidatura a ocupar puestos de Champions League de por medio. Pero sí un aprendizaje. Manuel Pellegrini quería los tres puntos, y lo demostró desde antes del pitido inicial. El Ingeniero, tal y como hizo su homólogo valencianista, podría haber reservado a sus mejores obreros de cara al duelo de planes que tendrá lugar en Sevilla. Si bien hubo rotaciones en el reparto de tareas, dando un (merecido) descanso a algunos trabajadores, el chileno planteó el proyecto de edificación ante los ilicitanos con una cuadrilla muy titular. Pero ni así fue capaz el conjunto de las trece barras de conseguir una victoria. Y es que, en este deporte, no existen ni la justicia ni los merecimientos. Es fútbol.
Un tiro a portería, un gol y una victoria para el Elche en el Benito Villamarín. Fútbol. La actuación de los verdiblancos no fue brillante. Incluso, en ciertas fases del partido, los de Manuel Pellegrini no fueron ni siquiera superiores a su rival. Es por eso que, de la misma manera que no mereció ganar, tampoco mereció perder. Y es que el encuentro ante los de Francisco fue un «calco» del encuentro que se vio días atrás en el Reale Arena, pero viceversa. No fue el mejor día de los obreros verdiblancos, pero tampoco el peor. Ha habido incluso ocasiones en las que, cuando peor pintaba la jornada laboral para los peones del Ingeniero, mejor ha sido el resultado obtenido. Más avanzada quedó la obra. Y si alguien sabe de partidos destinos al 0-0 que terminan en triunfo, en los que de 100 ocasiones que se dispute tan solo en una saldrían victoriosos, ese es el Real Betis de Manuel Pellegrini.
El varapalo fue importante, y más a las puertas de una final. Pero es justamente esa misma final la que, a pesar de haberse desdibujado el sueño europeo, no permite ni permitirá a los pupilos del técnico chileno descentrarse del objetivo: tienen que ganar la Copa. La frustración que pudiera tener la cuadrilla verdiblanca por no afianzar los cimientos del Plan europeo era de corto recorrido. Una vez depositaran los monos de trabajo en la oficina, la cabeza de todos y cada uno de los obreros del Ingeniero estaba (o debería estar) puesta en la faena del sábado. Lo del Elche fue un boceto de lo que se encontrará en La Cartuja. Un ensayo que salió mal. Una maqueta que se desmoronó. Por suerte, Manuel Pellegrini tiene días y tiempo para corregir los planos y presentar oficialmente el Plan 2.0.