El Betis suma la segunda derrota de la temporada cayendo ante el RC Celta de Vigo en un partido donde mereció la derrota en la primera parte y pudo sacar algún punto en la segunda pese a jugar con uno menos por la expulsión temprana de Luiz Felipe.
El Real Betis, pese a las estadísticas y el buen rendimiento de esta temporada, sigue siendo un equipo demasiado propenso a los errores. Unos errores que evita o compensa con esos mismos resultados o con intensidad en sus partidos. Pero cuando esa intensidad no aparece, afloran los errores. Y el Betis en Balaídos lo pagó muy caro. A los nueve minutos ya iba perdiendo después de conceder un disparo potente y ajustado de Veiga desde fuera del área que sorprendió a Rui Silva. Antes ya había avisado Carles Pérez entrando solo en el área y mandando Luiz Felipe a córner.
El Betis no espabiló y siguió muy lejos de una intensidad óptima para la élite y a los pocos minutos Luiz Felipe pierde la marca en el control de Larssen y lo derriba cuando se iba hacia el área. Soto Grado tuvo que mirar el VAR para quitarle la amarilla primera y mostrarle la roja. Con uno menos el partido parecía totalmente finiquitado y fue el Celta el que tuvo varias llegadas de serio peligro, todas evitadas por un sensacional Rui Silva, que mantuvo al Betis en el partido al descanso.
Tras la reanudación los cambios dieron algo de sentido al juego del Betis, que aumentó la intensidad y comenzó a generar algo de peligro, obligando al portero local a sacar las manoplas en varias ocasiones. Las más claras, un remate de Álex Moreno dentro del área y un remate de Willian José al bote de un córner. También, en los minutos finales, un disparo de Ruibal que sacó a córner. Los verdiblancos no notaron la inferioridad defensiva y demostraron que saben jugar con intensidad.
El Betis llegó al descuento mereciendo mucho más. Más incluso que el propio Celta, que supo sacar rédito de los errores del Betis y del poco acierto hoy en ataque. Los de Pellegrini suman la segunda derrota de la temporada antes de visitar a la Roma en el tercer partido de la fase de grupos de la Europa League.