Un gol de Willian José en el minuto seis de partido fue más que suficiente para que el Real Betis se llevase los tres puntos de La Catedral, donde no ganaba desde hacía demasiado tiempo. Tres puntos para sacarle cinco a sus inmediatos perseguidores a falta de quince por disputarse.
Si usted empezó el partido con la edad que dice su DNI y al terminar ha visto como le han crecido las canas, se le ha arrugado la cara y le han llamado del Imserso, no se preocupe, está todo en regla. Quién no haya sufrido en demasía con el partido vivido en San Mamés es de piedra, porque el partido ha podido ser perfectamente el más largo de la historia. ¿Quién dijo que los minutos duraban sesenta segundos? Un partido interminable, que además el colegiado se encargó de alargar dos minutos más sobre el ya añadido tiempo y que parecía no terminar nunca. Pero terminó y el Betis celebró la victoria tan merecida como sufrida.
El gol de Willian José a los seis minutos de empezar el partido lo ponía todo de cara. Un saque de banda de Miranda va directo al área, donde la defensa no logra despejarlo bien, se queda muerto en el área y el de Alagoas lo remata de manera acrobática haciendo imposible la estirada de Unai Simón. Willian José celebrara el gol como una liberación a una sequía que le ha relegado mucho tiempo al banquillo. Desde entonces, el Athletic fue un cúmulo de intentonas por banda para buscar el empate, pero el nivel de la defensa del Betis en este partido fue soberbio pese a las bajas. Paul cortando balones, Sabaly comiéndose a Nico Williams y Miranda sabiendo sufrir con Iñaki. Incluso el Betis pudo doblar la ventaja, pero el contraataque en superioridad no lo remató bien Ayoze, cuyo disparo fue manso a las manos de Unai Simón tras el pase de Willian José. La primera parte tendría tiempo para el primer error grosero de Ortiz Arias, decretando penalti por manos en un centro de Iñaki Williams que golpea en la espalda de Miranda. Por suerte el VAR estuvo para salvar el estropicio.
Tras el descanso seguía la sensación de que el Athletic Club iría de menos a más y que acabaría encontrado el hueco en la todavía acertada defensa bética. Muchos córners, muchos centros desde la banda, muchas jugadas que acababan en disparos que blocaba Claudio Bravo. El meta chileno hizo un sobresaliente partido sabiendo marcar el ritmo y hacer respirar al equipo cada vez que tenía que sacar de puerta y parando todo lo que le llegaba. Pasaban los minutos, muy lentos, pero el Athletic seguía sin encontrar el hueco. El Betis pudo finiquitar el partido, pero no estuvo muy acertado en la finalización de las jugadas y le pesaba la ansiedad. Entre el dormir el partido con la posesión y el querer generar una jugada rápida de peligro. La más clara, eso sí, la tuvo el Athletic en un disparo desde la frontal que se fue al larguero.
Pellegrini dio entrada a Borja Iglesias y Luiz Henrique para ganar presencia en ataque, pero el Betis no pudo controlar el partido en la segunda mitad hasta que el Athletic mostró signos evidentes de cansancio. Llegaría en el descuento el segundo grave error del colegiado, cuando ni siquiera señaló falta en una dura entrada de Vivian que clava los tacos en el tobillo del Panda, que se queda dolorido en el suelo. Por suerte, se paró la jugada y el VAR volvió a rescatar al colegiado, que expulsó al central bilbaíno por ser último hombre, y casi que también por la dureza de la entrada.
El descuento de seis minutos se convirtió en ocho, y el Betis sufrió demasiado en la última jugada del partido, cuando el disparo de Ander Herrera dentro del área y con la defensa afanada en haber defendido el inicio de la jugada se marchaba fuera.
Tres puntos de oro, incienso, mirra y todo lo que se le ocurra para un Betis que gana por primera vez en Bilbao desde la construcción del nuevo estadio, se marcha a cinco puntos de ventaja y respira habiendo ganado un partido de esos en los que peleó contra un fiero rival y contra su propia historia. No son definitivos, queda hacerlos buenos el próximo día 15 ante el Rayo Vallecano en el Villamarín.
