Al descanso, más de uno y de dos béticos habrán dicho aquella manida pero sabia frase de «este partido ya lo he visto yo». Y lo peor es que no se equivocaban. En treinta segundo el Betis tiró por tierra una ya típica buena primera parte ante el Atlético de Madrid y se acabó el partido. A este equipo de piernas temblonas y mente dispersa se le hizo de noche, otra vez, al primer varapalo. Asignatura pendiente de un Pellegrini que todavía no ha coseguido… o mejor dicho, ha perdido toda la confianza que el equipo había cogido en los primeros partidos tras las dos victorias consecutivas. Ya no hay solidez defensiva, ya no hay jugadas a balón parado, ya no hay nada de nada. Menos mal que se ganaron esos dos primeros partidos.
Y eso que el Betis hoy, digámoslo así, salió bien al césped del Wanda como ya nos viene acostumbrando. Controló el partido con la posesión, tuvo llegada e incluso el gol en un cabezazo de William Carvalho que Oblak detuvo palomita incluida. Pero poco más. Hoy participó más Fekir, Canales jugó en su sitio y William Carvalho volvió a demostrar que es titularísimo en este equipo. Por la primera parte que hizo y por lo que pasó tras su ausencia en la segunda. Eso sí. Las ocasiones más claras las tuvo el Atleti, sobre todo en dos momentos de Luis Suárez. La primera en un balón que el cae a Luis Suárez en el área y dispara de primeras fuera y la segunda en una carrera del uruguayo que acaba en mano a mano ante Bravo y la acaba mandando lejos.
La primera parte solo dejó un Betis al que le faltó clarividencia y calma en el ataque y que anticipaba lo que podía pasar en la segunda parte con solo tirar de hemeroteca. Y así fue. Veinte segundos pasaron y gol de Llorente, que aprovecha un saque de banda rápido para irse de Mandi y batir a Bravo por su palo. Demasiado castigo para el Betis y premio para el Atleti, pero lo dicho, solo había que tirar de hemeroteca.
Y el partido se acabó. Curiosamente a raíz del gol fue el Atleti quién empezó a tener la posesión y asustar con un posible segundo gol. Pellegrini movió el banquillo y acabó perdiendo la presencia que el Betis había tenido en la primera parte. Sin William, este equipo es otro. Pierde pase, físico y presencia. Sin Canales cerca del área, no ayuda. Y Fekir no es Messi, necesita estar asociado con los demás y no ser una isla entre jugadores rivales. Loren y Borja Iglesias entraron y como si nada. Ni la olieron en ataque ni tiraron a puerta. Y Tello, de lo mejor de la primera parte, salió y el equipo perdió esa verticalidad. Encima, la expulsión de Montoya terminó por romper al equipo y hacer que el segundo gol solo fuera cuestión de tiempo. Una contra, evitable o no, pero que acaba con Suárez rematando solo en el área ante la mirada de Mandi. Otra vez el argelino en la foto.
Esta no es La Liga del Betis, ni mucho menos, pero tiene trabajo Pellegrini por delante para, al menos, no tirar los partidos de esta manera y poder, aunque sea, rascar un empate ante el Atleti cuando está en ese modo adormilado y que otros equipos si son capaces de aprovechar. Tres victorias y cuatro derrotas en siete partidos y la obligación de ganar sí o sí al Elche la semana que viene para no tener que ir al Camp Nou en la primera crisis de la temporada. Solo faltaría.
