Joel (3). Hizo varias paradas de mérito e incluso apeló a una alineación de planetas con su primer penalti detenido como verdiblanco. ¿Por qué suspende entonces? Pues, por no usar más palabras de la cuenta, porque es un absoluto desastre. No salió en el 0-1 e hizo una estupidez supina en la acción del penalti que precedió el 0-2 definitivo.
Emerson (2). Nuevo mal partido del lateral brasileño. Nada que ver con el futbolista total que vimos en la mayor parte de la temporada pasada y el comienzo de la presente. Pudo ver la segunda amarilla antes del descanso, momento en el que Pellegrini le retiró del campo.
Bartra (4). Desbordado, pero lo único parecido a un defensa que saltó al césped. Incluso, durante un tiempo, fue capaz de sostener a una línea que hacía aguas por varios sitios. No obstante, la poca ayuda de los demás, le hizo sucumbir ante la delantera eibarresa y cometer un error en el penalti que Joel -sí- detuvo.
Sidnei (0). Espantoso. No podía empeorar su partido ante el Athletic, así que se conformó con igualarlo. Atraviesa su peor momento como verdiblanco, pero lo que más preocupa es la desidia con la que está afrontando dicho bache.
Álex Moreno (2). En su línea. Con todo lo malo que eso conlleva. Desaparecido en ataque y frágil en defensa. Tal vez su carril no se convirtiese en la autopista de otros días, pero sí al menos en una vía de servicio.
Guido Rodríguez (4). Asistió a Tello en un mano a mano que el catalán tiró al muñeco. Ese fue todo su bagaje ofensivo, en una noche en la que estuvo más fallón de lo habitual en el pase. Aportó trabajo en la primera parte, no así en la segunda.
Guardado (0). Ni el hecho de volver a la titularidad tantísimos meses después justifica una actuación tan sumamente pésima. Fue curioso que gritase tanto a sus compañeros, cuando no mejoró a uno solo de ellos. Hizo poco y todo mal.
Joaquín (1). Habría que preguntarle a Pellegrini qué clase de lógica le llevó a mantener sobre el campo durante los 90 minutos a un futbolista que, a día de hoy, no aporta más que pequeños gestos técnicos en los primeros instantes del encuentro. Se merece todo el respeto del mundo, pero seamos francos: la titularidad no.
Fekir (1). La definición de Joaquín puede ser perfectamente aplicable para el partido del mediapunta francés. Con dos matices: es doce años más joven y él sí fue sustituido. Si no es capaz de tirar del carro en ausencia de Canales, «apaga y vámonos».
Tello (0). Volvió a recordar a ese Tello irrelevante y desganado de la temporada pasada. Incluso, emuló sus peores noches con un mano a mano marrado ante Dmitrovic. Fue, con razón, uno de los primeros cambios de Pellegrini.
Sanabria (0). Como Tello, recuperó la desidia de sus peores etapas con la elástica verdiblanca. La excusa del islote no le salva en esta ocasión, pues el paraguayo no hizo lo más mínimo por fabricarse una acción de gol o bajar a recibir.
Montoya (1). Entró para corregir los errores defensivos de Emerson en el lateral diestro y no estuvo ni cerca de conseguirlo. No en vano, en la jugada del primer gol visitante, es quién habilita a Muto, al quedarse un metro por detrás de la línea de fuera de juego.
William Carvalho (4). Fue prácticamente el único que pagó los platos rotos de la debacle de San Mamés. Aun así, Pellegrini volvió a darle entrada en lugar de Guardado tras el 0-1. No es que su presencia en el campo se notase demasiado, pero al menos aportó algo de pase.
Loren (5). El único que se salva del suspenso. Y no lo hace tanto por su aportación al juego, como por volver a ser la excepción entre la indignante desidia de sus compañeros. De nuevo, saltó al campo con el marcador en contra. No nos cansaremos de repetir esa estadística.
Borja Iglesias (0). La antítesis de lo que hizo Loren. Poco protagonismo, ningún remate y la actitud de siempre. El fichaje de los 28 millones de euros no es más que un alma en pena a día de hoy.
Láinez (3). Su actitud, a pesar de volver a ser suplente, fue la misma que el lunes pasado ante el Athletic. Su acierto, en cambio, fue notablemente menor. Dadas las circunstancias, tampoco es que se le pueda pedir mucho más.
