El Betis pasó a la siguiente ronda de la Copa del Rey ante un correoso UCAM Murcia que desperdició su oportunidad de adelantarse en el marcador en los primeros compases de juego.
Partido completo y serio del conjunto comandado por Manuel Pellegrini que fue de menos a más. Claro dominador del encuentro el Real Betis ante un UCAM Murcia que esperó bien replegado atrás, con una línea de tres centrales en el comienzo del partido que se convirtió en defensa de cinco ante las continuas llegadas del Betis en la primera mitad.
Dichas llegadas apenas suponían peligro alguno para la meta de Aguirre, portero del UCAM, que tenía por delante dos líneas defensivas bastante pobladas para intentar anular las llegadas verdiblancas, y con una referencia arriba para descargar el juego, a la contra, sobre los jugadores de segunda línea.
El Betis sufrió en los primeros compases del partido ante la poca efectividad que produce la presión en salida de balón del rival, y sobre todo, ante la indolencia en la agresividad por ganar determinadas disputas sobre el terreno de juego de jugadores como William Carvalho. No está hecho este centrocampista para la brega en el juego defensivo y la recuperación de balón. Si para generar juego de ataque, algo que por ahora, con la baja de Canales, le está costando más.
También está muy mal planteada la cantidad de espacio que tenían a sus espaldas los centrales verdiblancos, que lejos de ganar una disputa aérea, se complicaron la vida en un par de acciones donde los atacantes murcianos no estuvieron acertados para adelantar a su equipo en el marcador.
El rival perdonó, y el Betis lo aprovechó. Una gran jugada de Joaquín, que sienta a dos rivales en el pico del área pequeña, acaba en las redes del conjunto local tras el remate de Montoya en su llegada al área. Antes, el canterano Rodri fue el jugador que marcaba diferencias ante sus compañeros del primer equipo, ofreciéndose entre líneas, viniendo a recibir, y sobre todo devolviendo paredes al primer toque para crear desajustes en la defensa rival.
Tras el descanso, Manuel Pellegrini recompone el centro del campo con la entrada de Guido Rodríguez. El argentino no solo aporta equilibrio y apoyo a la hora de crear juego en el centro del campo, sino que además es un excelente recuperador para el equipo. Su premio además, fue el gol que obtuvo tras la salida en un córner, entrando en el segundo palo y rematando una pelota que prolongó Mandi tras centro de Fekir.
Además, el Betis asentó su juego de dominio, asegurando la recuperación tras perdida, y sumando un alto porcentaje de posesión, que limitó al UCAM Murcia crear peligro en acciones de contragolpe aisladas y en algún que otra jugada a balón parado.
El conjunto verdiblanco pasó el trámite y ya se dispone a esperar rival en unas horas, en el sorteo de la próxima ronda de la Copa del Rey. Después de ello, a cambiar el chip, que el domingo espera el Granada C.F. en Los Cármenes.