El Real Betis visitaba La Cerámica tras dos mazazos en sus dos últimos partidos donde cosechó dos derrotas consecutivas en los últimos minutos. Partía el equipo de Pellegrini desde el 4-2-3-1 con Guido junto a Guardado, Canales con Aitor en los costados y Fekir por detrás de Loren Morón.
En la primera parte, ambos equipos mantuvieron un duelo muy emparejado. El Villarreal conseguía romper la primera línea de presión verdiblanca (Loren + Fekir) pero el excelente trabajo de Guido y Guardado por dentro permitió que el conjunto groguet no llegase a generar ocasiones. Por su parte, el conjunto de Pellegrini buscaba superar la presión rival mediante Nabil Fekir, que era el hombre libre en el medio y quien generaba superioridades cuando bajaba para recibir y girarse. En ataque posicional, Sergio Canales lograba imponer su calidad flotando por los 3/4 de campo y asociándose con Miranda y Fekir. En derecha, Emerson se situaba muy cerca de Aitor para desbordar en ese 2vs2. En un escenario tan igualado, Nabil Fekir marca la diferencia tras una jugada brutal frente a Pau Torres.
En el segundo asalto los de Pellegrini fueron muy superiores. Los de Emery tenían dificultades en salida y el Betis lograba presionar con eficacia y robar en zonas muy peligrosas, generando ocasiones claras de gol. Tras el gol de Emerson, la escuadra verdiblanca continúa dominando hasta la jugada del penalti (?) del brasileño. A pesar de una jugada que podía suponer una desconexión mental, el Betis continuó compitiendo y se defendió muy bien desde el bloque bajo. Loren junto a Fekir desgastándose, Guido con Guardado abarcando muchos metros, Canales junto a Aitor persiguiendo a los laterales, Miranda y Emerson muy sólidos en el 1vs1 y Mandi acompañado de Víctor dominando área propia. A esto se le suma la actuación de Joel Robles.
En un escenario poco favorable, Pellegrini planteó un partido con mucho sentido y le salió de la mejor forma posible. El Betis trabajó muy bien sin balón y, cuando lo tuvo, Sergio Canales y Nabil Fekir se ocuparon del resto.