Bravo (7). No necesitó lucirse con paradones para demostrar que entre él y Joel hay un abismo y que, en consecuencia, el chileno debe ser siempre el titular. Seguro, atento en las salidas y un recurso más en la creación. Es otro rollo.
Emerson (6). No estuvo tan inspirado como otras veces en ataque, pero volvió a desplegar un gran trabajo físico y aguantó con fuerza a un miura como es -al menos contra el Betis- el comandante Morales.
Mandi (9). Imperial, sobrio y sencillamente extraordinario partido del central franco-argelino ante el Levante. Lideró con firmeza la resistencia defensiva ante uno de los ataques más peligrosos y activos del campeonato, convirtiendo a futbolistas como Roger Martí en meras sombras. Más le vale a Cordón firmar pronto su renovación, porque a estas alturas es uno de los caramelos más apetecibles del próximo mercado.
Víctor Ruiz (6). Cometió en los primeros minutos un error de bulto que acabó en una de las ocasiones más claras del conjunto visitante. Como consecuencia de ello, se le vio algo nervioso en el tramo de partido posterior, aunque poco a poco se fue reponiendo hasta alcanzar un nivel más decente que notable.
Álex Moreno (5). Pellegrini le dio entrada en el once para dosificar a un Miranda al que se vio algo sobrecargado de minutos en los últimos encuentros, si bien el catalán no pareció ofrecer las credenciales suficientes para arrebatarle la titularidad. Sufrió con De Frutos y, aunque apareció en ataque, la mayoría de sus centros describieron parábolas difícilmente explicables por la ciencia.
Guido Rodríguez (7). En su línea. Con todo lo bueno que eso conlleva. Atento a cada acción, sostuvo al equipo en el tramo más crítico de la segunda mitad. Como peaje a su trabajo defensivo, vio una amarilla que le lastró en esos minutos y obligó a Pellegrini a sacarle del campo.
Guardado (8). Ante el Levante jugó, posiblemente, su partido más completo en lo que llevamos de temporada. Cuando está bien, aporta al equipo algo que solamente él da con tantísima eficiencia: equilibrio. Se desvivió en defensa (especialmente en el segundo tiempo), cambió el sentido del juego con muy buenos desplazamientos largos y ayudó con criterio en la creación.
Láinez (5). De más a menos. Activo en la primera mitad, pero muy disperso entre las líneas de presión levantinistas. Tras la reanudación, apenas le quedaban fuerzas. Fue, junto a Guido, el primer cambio de Pellegrini.
Fekir (10). Partiendo de la base de que el que escribe no suele recibir con especial ilusión la convocatoria de ningún bético con su selección, haría bien el señor Didier Deschamps en buscar el vídeo del partido de esta noche. Y no, no discutimos que Mbappé, Dembélé, Griezmann y compañía son futbolistas fantásticos, pero cuesta entender que no tenga sitio en una lista de 23 un jugador de la dimensión y el talento de Nabil Fekir. Y si no, que se lo digan a los cinco hombres del Levante que asistieron en primera fila al mejor gol de La Liga 2020/2021. Y nos podríamos tirar hablando de la jugada hasta las cuatro de la madrugada. O también de cómo dirigió la mayoría de los ataques que prosiguieron a ese 1-0. E incluso, abrir el debate de hasta qué punto los seleccionadores siguen a los equipos de sus ‘convocables’. Sin embargo, y más en el día que es, resulta más sencillo simplificar todo eso en un único deseo: Feliz día del padre, Nabil. Y viva la madre que te parió, ya que estamos.
Canales (7). No terminó de alcanzar la capacidad resolutiva de su mejor tramo de la temporada, pero jugó un partido notable cuando se dejó ver por la zona central del ataque y la creación. Puso el centro que precedió el 2-0 y le regaló un taconazo de genio a Fekir. Toca rezar para evitar nuevas lesiones con la Selección.
Borja Iglesias (7). No hizo gol. Y lo señalamos porque hubo un tiempo, no hace mucho, en que esa valoración era lo menos trágico de sus actuaciones. Nada más lejos… de la actualidad. Ante el Levante, hizo una gran primera parte, en la que se vació en la presión, se gustó con el balón en los pies y generó ocasiones para sus compañeros. Él tuvo dos. Y aunque no las materializó, dejó claro que atraviesa un momento dulce. Su resurrección es una noticia fabulosa.
Juanmi (7). Sabe moverse como pocos en el área cuando el balón empieza a susurrar que alguien lo introduzca dentro de la portería. Y contra el Levante, el malagueño sólo necesitó diez minutos para volver a hacerlo. Cierto es que si no fuese por la buena praxis de Aitor Fernández, el gol sería de Borja Iglesias o de Mandi; pero también lo es que el ex de la Real siguió el rechace y estaba en el lugar y momento oportunos.
William Carvalho (8). Los cambios de Pellegrini -de nuevo- tuvieron mucha culpa de que el Betis no sólo se sobrepusiese a sus peores minutos, sino que fuese capaz de dar un paso adelante y acabase ganando el partido. Y la entrada del portugués fue, quizás, el mejor ejemplo. Su media hora sobre el césped rozó el sobresaliente. Y sí, a veces parece que juega a ralentí, pero aporta una clarividencia y destreza en el último pase que pocos futbolistas de esta plantilla pueden ofrecer.
Joaquín (S.C.). Sin tiempo para nada.